El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), Luis Planas, anunció en el último Foro de Diálogo de la Ganadería Extensiva en España, celebrado en Toledo, que el veterinario de explotación pasaría a ser una figura voluntaria. Esta medida la puso en marcha con algunos beneficios para aquellos ganaderos que sí contasen con este profesional dentro de su explotación. No obstante, dejó a juicio individual la decisión de contar o no con un veterinario encargado del saneamiento de los animales.
Una figura que no todos ven necesaria, pero, ¿cuál es realmente el papel de este profesional en las explotaciones ganaderas? Tal y como explica la veterinaria Elena Laguno, colegiada en el Colegio de Veterinarios de Zamora, el veterinario de explotación es “una figura imprescindible”. De esta forma, según explica a Animalcare la veterinaria, el ganadero contará con un profesional que “le ayude y asesore, primero a nivel legislativo y también a nivel sanitario.
“Uno de los grandes problemas que tenemos hoy día es que si no se pone una solución, las resistencias antibióticas serán la primera causa de muerte en la Unión Europea en 2050”
Una de las legislaciones que señala la colegiada es la de los antibióticos. “Uno de los grandes problemas que tenemos hoy día es, que si no se pone una solución, las resistencias antibióticas serán la primera causa de muerte en la Unión Europea en 2050”, sostiene la profesional. Por lo tanto, el veterinario se encargará de manera estricta de que el ganadero cumpla con la legislación en este sentido.
En esta línea, Laguno también destaca el papel de los veterinarios como garantes del bienestar de los animales de producción. “En el asesoramiento del plan de bienestar animal, en cómo conducir y transportar a los animales adecuadamente, el veterinario tiene un papel fundamental”, sostiene la experta. “Si un animal recibe atención desde el punto de vista fisiológico y etológico, el animal se siente seguro, está sano y no enferma”, matiza.
Asimismo, el veterinario también se encargará de la bioseguridad y la sanidad animal. “Todo el plan sanitario también lo tienen que diseñar los veterinarios”, apunta. Y con todas estas labores, como indica Laguno, se puede afirmar que estos profesionales son “los asesores de los ganaderos”, para garantizar el bienestar, la seguridad y la sanidad de los animales.
Aunque España cuenta con un gran porcentaje de explotaciones que cuentan con un veterinario, señala Laguno, todavía queda un grupo reducido de personas que no tiene la supervisión de los profesionales en su explotación. En concreto, zonas más alejadas de las urbes o con poca población, como indica la profesional. “Si esto ocurre, con tan solo un ganadero que esté dándole antibióticos a los animales sin control o que no declare una enfermedad, puede perjudicar tanto a la salud como a la economía”, detalla.
LA PREOCUPACIÓN POR LA ESCASEZ DE VETERINARIOS
Pese a la importancia de esta figura en las explotaciones, también surge la incertidumbre de la escasez de veterinarios en el campo, especialmente en aquellas zonas más alejadas de las urbes. “Nosotros temíamos que no hubiese veterinarios para todas las explotaciones cuando se hizo obligatoria la figura del veterinario de explotación”, afirma Laguno.
Y aquí está la doble cara de una realidad que cada vez está más presente. Por un lado, el trabajo de un veterinario supone un sacrificio de todos los días de la semana: “Una vaca puede parir un lunes o un sábado”, matiza Laguno. A lo que se suma la retribución de estos profesionales: “Tienen mucha responsabilidad y mucho trabajo, pero no se paga como debería”, añade. “Si la oferta de trabajo se adecúa a lo que quieren los graduados, habría veterinarios de sobra”, concluye.