La sequía amenaza la salud del ganado: “Necesitamos una vía urgente de ayudas para paliar los daños”

La situación ganadera preocupa cada vez más ante el avance de las enfermedades propiciadas por la sequía y los efectos en la salud y la economía del sector

Ganado comiendo en medio del campo. (Foto: Freepik)
Ganado comiendo en medio del campo. (Foto: Freepik)

La sequía continúa afectando a toda la población rural de España. Las altas temperaturas han incrementado los costes y el cambio climático está aumentando la transmisión de enfermedades animales, como ocurre con la enfermedad hemorrágica epizoótica. Mientras la situación se agrava, los ganaderos, agricultores, ayuntamientos y las organizaciones encargadas de luchar por el ámbito rural continúan su lucha por encontrar una solución a esta difícil situación.

El Gobierno central cuenta con un paquete de medidas para la gestión del riesgo ante la situación de sequía. En este sentido cabe destacar el seguro agrario y la Política Agraria Común (PAC), dos medidas que garantizan la cobertura de los daños mediante subvenciones a los colectivos damnificados.

En la última intervención del ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación en funciones, Luis Planas, en la clausura del Congreso Internacional sobre Seguros Agrarios, el responsable de la cartera en funciones ha puesto de manifiesto la ayuda estatal. Actualmente, “se sitúa en 358 millones de euros, una cifra récord y un 70 % superior a la de 2017”.

Además, el ministro ha recalcado “otros apoyos de gran valor como la ley de la cadena alimentaria, la Política Agraria Común o las ayudas de Estado” de las que disponen los agricultores y ganaderos. “Pero los seguros agrarios siguen siendo una herramienta de gestión fundamental”, insiste Planas.

“Hasta ahora, la situación ha sido una auténtica calamidad para abastecer al ganado”

Sin embargo, a pesar de estas ayudas, los ganaderos se muestran preocupados por la situación. Román Santalla, secretario de Ganadería de Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA), ha recalcado en una entrevista para Animalcare que, “lo mejor que puede pasar, es que llueva”. “Hasta ahora, la situación ha sido una auténtica calamidad para abastecer al ganado”, ha insistido.

Esta problemática ha afectado principalmente al ganado extensivo que “no ha tenido nada para comer”, afirma Santalla. Además de la ausencia de forrajes, los precios de los alimentos para el ganado han alcanzado cifras muy elevadas e insostenibles en algunas ocasiones. “La comida disponible para comprar, como la paja o el pienso, tiene unos precios desorbitados”, añade.

“Hemos pedido al Ministerio de Agricultura que pague ya las ayudas para la sequía y que adelante la PAC”

Ante esta “situación catastrófica”, la población rural solicita una cobertura económica capaz de hacer frente a esta escasez de productos. “Hemos pedido al Ministerio de Agricultura que pague ya las ayudas para la sequía y que adelante la PAC”, puntualiza el secretario de ganadería.

LOS EFECTOS DE LA EHE

Mientras los ganaderos insisten en un plan de ayudas más eficiente y la rápida actuación del Gobierno para abastecer a las autonomías, las enfermedades que afectan al ganado continúan su expansión y dificultan la situación. La enfermedad hemorrágica ha avanzado por todo el territorio y sus efectos están dificultando al sector ganadero.

“También hay que pensar en un modelo de ayuda ligado a la expansión de la enfermedad hemorrágica epizoótica”, asegura Santalla. Tanto la EHE como los efectos de la sequía están repercutiendo en la salud del ganado y en la economía del sector. Por este motivo, como señala el ganadero, “necesitamos una vía urgente de ayudas para paliar los daños”.

Los ganaderos tienen acceso a tratamientos que son muy caros y "pueden alcanzar hasta los 400 euros"

El porcentaje de mortalidad continúa en cifras muy bajas. “Hay una mortalidad escasa del animal”, subraya Santalla. Sin embargo, la morbilidad sí afecta al ganado y repercute en la producción porque “quedan muy damnificados”. Asimismo, “los tratamientos son muy caros”, resalta, y “pueden alcanzar hasta los 400 euros”.

Por estos motivos, los ganaderos continúan movilizándose a favor de unas ayudas capaces de facilitar la labor ganadera, proteger la salud de los animales y garantizar la viabilidad económica de los procesos de producción, pese al avance de las enfermedades y el efecto de la sequía.

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