Dos cabezas, dos bocas y cuatro ojos. Así ha nacido un ternero en la provincia de Zamora, un acontecimiento poco frecuente y con muy pocas esperanzas de vida. Aunque ha sobrevivido más de 48 horas, se trata de una malformación grave. Tanto que el ternero no puede ni mantenerse en pie para comer.
En un primer momento, la madre amamantó a la cría. “Vimos que la vaca lo había amamantado de dos pechos del lado izquierdo”, explica el ganadero Miguel Fuentes Garrota en declaraciones a EFE. Este caso ha tenido lugar en una explotación de vacuno en extensivo en Piñuel, una pedanía de 63 habitantes de la comarca de Sayago.
“En los casi 48 años que llevo de ganadero jamás vi nada así, algún becerro sin culo sí, pero como esto nada”
“En los casi 48 años que llevo de ganadero jamás vi nada así, algún becerro sin culo sí, pero como esto nada”, ha afirmado el ganadero a la agencia de medios. Sin embargo, no ha sido un parto fuera de lo común porque, según explica, ha sido natural. “La vaca ha parido sola. Es muy extraño”, matiza.
Tan raro que esta misma vaca ya ha tenido quince partos “y siempre ha criado a todos los terneros, no se le ha muerto ninguno”, afirma el dueño de la explotación. Además, asegura que es una vaca con mucho carácter y que dio a luz sin contar con ninguna ayuda.
Desde que se desprendió de la madre, el ganadero ha intentado alimentarlo mediante biberones, en alguna ocasión incluso con dos a la vez, y el resultado ha sido satisfactorio. Sin embargo, el ternero ha empezado a mostrar signos de debilidad.
“Al principio tragaba, ahora lo que chupa por una boca lo echa por la otra”, sostiene Fuentes. “Hasta ahora ha luchado por sobrevivir”, declara, pero actualmente “se encuentra prácticamente agonizando”.