La Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Natural ha confirmado que Mallorca está afectada por la lengua azul. Concretamente, la variante presente en la isla es el serotipo 8, más agresiva y mortal que el serotipo 4, que fue el responsable de la epidemia declarada en las Islas Baleares entre 2021 y 2023. Además, el serotipo 8 ya afectó a Francia el pasado año y ya había llegado a España, concretamente a Cataluña y Aragón.
El conseller Joan Simonet y el director general de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Fernando Fernández, han pedido "responsabilidad y cooperación" a todos los actores y al sector para, entre todos, controlar la transmisión, ya que "en estos momentos no hay vacunas disponibles, y hasta final de año no se podrá empezar a inmunizar al rebaño", ha subrayado Fernando Fernández.
"La Dirección General de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural comenzó a trabajar el lunes 26 de agosto, cuando se tuvo conocimiento de la primera sospecha de casos"
En esta línea, Fernández ha afirmado que “la Dirección General de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural comenzó a trabajar el lunes 26 de agosto, cuando se tuvo conocimiento de la primera sospecha de casos. Las medidas de control de la lengua azul están establecidas en un reglamento europeo y una orden ministerial, y se sigue un protocolo muy estricto que es necesario cumplir hasta que la enfermedad se declara de forma oficial. Ya se ha creado el comité de crisis de la lengua azul y estamos coordinados con el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, que nos ha mostrado todo su apoyo”.
Por su parte, Simonet ha trasladado un mensaje de seguridad a los ciudadanos y quiere añadir que “esta alerta sanitaria no tiene ninguna incidencia sobre la salud pública”. Cabe recordar que la lengua azul es una enfermedad vírica que se transmite mediante mosquitos del género Culicoides y que afecta a rumiantes de diferentes especies.
En total, cinco explotaciones ganaderas de ovino están afectadas por la enfermedad, según los datos de los que dispone la consejería. Todas ellas están presentes en Deià y Fornalutx, con 22 animales muertos. Además, otras tres explotaciones en la misma zona son casos sospechosos, pendientes de confirmar.
"Somos conscientes de que se irán confirmando muchos más casos porque esta nueva variante se transmite de una forma rápida"
"Somos conscientes de que se irán confirmando muchos más casos porque esta nueva variante se transmite de una forma rápida", ha dicho Fernández, quien ha explicado que este serotipo 8 "es distinto al que hubo entre 2021 y 2023 y que va provocar 276 focos en las Islas Baleares". "Seguíamos con detalle cómo estaba afectando al ganado esta nueva variante que en tres meses se ha extendido muy rápidamente por Cataluña. Nuestra preocupación era que llegara a las Islas Baleares, algo que finalmente ha sucedido, muy probablemente por los vientos provocados por la DANA que entraron desde el Mediterráneo francés y catalán coincidiendo con el período de incubación de diez días".
El pasado 26 de agosto fueron reportados los primeros casos sospechosos y, tras la recogida de muestras en las explotaciones afectadas, se confirmaron el viernes 30 de agosto los positivos. "Con toda la información, iniciamos el procedimiento y el protocolo de actuación que marcan tanto la Unión Europea como el Ministerio, y los focos confirmados se registraron en el Sistema de Alerta Sanitaria Veterinaria (RASVE)", ha explicado el director general. "Hemos actuado con mucha diligencia", ha añadido Fernández.
Debido a la ausencia de una vacuna para este serotipo, el Ejecutivo balear se ha puesto en contacto con dos empresas farmacéuticas proveedoras para disponer de las dosis necesarias. Por tanto, "para controlar la extensión de esta enfermedad es sumamente importado que los ganaderos lleven a cabo las medidas de prevención de desinfección y desinsectación de los animales y las explotaciones ganaderas, así como el control de movimiento del rebaño en vida entre explotaciones, que quedará restringido, y no podrá exportarse hacia el exterior a zonas libres del virus sin una prueba de PCR negativa”, ha concluido Fernández.