La producción animal es uno de los pilares fundamentales de la salud humana. El sistema alimentario mundial depende de la carne, los lácteos y los huevos, que suponen un 18% de las calorías del mundo y un 39% de las proteínas. La mejor o peor producción de los animales de granja depende directamente de su salud y el riesgo de padecer enfermedades está relacionado con cuestiones como el cambio climático o la creciente presión sobre el sector ganadero.
Numerosos grupos de animales están expuestos a enfermedades que, mientras unos países las han eliminado, en otros continúan siendo endémicas. En el año 2018, la producción avícola mundial se redujo en 2,8 millones de toneladas debido a las enfermedades de estos grupos de animales. Al mismo tiempo, la producción mundial de huevos también se vio afectada, con una pérdida de 3 millones de toneladas.
Estos datos, extraídos de un informe sobre salud animal y sostenibilidad de Oxford Analytica, determinan que las enfermedades animales son el principal motivo por el que se reduce la productividad global de manera significativa. Por este motivo, medidas preventivas con la vacunación no solo salvan la vida de las ganaderías, también ofrecen mejores niveles de productividad.
Estos brotes de enfermedades pueden provocar pérdidas de casi 6 millones de animales y una disminución de 130 toneladas de producción en un año
En granjas avícolas de Italia, la producción se redujo significativamente entre 2012 y 2022 debido a varios brotes agudos de enfermedad. El país sufrió una pérdida de 350.000 toneladas en carne de ave de corral. Además, la salud de 153 millones de aves también se vio afectada.
En España preocupan especialmente las enfermedades en el sector porcino, con una prevalencia de enfermedades que podría afectar al 20% de los cerdos. Estos brotes de enfermedades pueden provocar pérdidas de casi 6 millones de animales y una disminución de 130 toneladas de producción en un año.
“Cuando el 60% del ganado vacuno del mundo se vacuna en un año determinado, aumenta un 52,6% la producción de carne dos años después”
Las granjas disponen de diferentes métodos para proteger la salud de los animales. La vacunación, las medidas de bioseguridad o la mejora de las instalaciones en las granjas contribuyen a una mejora en la salud de los animales. Pero algunas de estas medidas solo están disponibles en los países más desarrollados, mientras que las regiones más pobres son susceptibles a los brotes de enfermedades y a su impacto negativo en la producción animal.
La Organización Mundial de la Salud Animal(OMSA) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (ONUAA) han confirmado que, el aumento de la vacunación está directamente vinculado a un incremento de la producción animal. “Cuando el 60% del ganado vacuno del mundo se vacuna en un año determinado, aumenta un 52,6% la producción de carne dos años después”, afirman ambas instituciones.
SALUD ANIMAL Y CAMBIO CLIMÁTICO
La emisión de gases de efecto invernadero está directamente relacionada con la salud de los animales. Este estudio confirmó que “una disminución del 10% de las enfermedades del ganado a nivel mundial está asociada con 800 millones de toneladas menos de gases de efecto invernadero”.
En el ganado, una enfermedad que afecte al 20% de la explotación en los países con menos ingresos puede producir un aumento del 60% en las emisiones de gases de efecto invernadero, en comparación con el 42% de los países de altos ingresos.
“La ONUAA estima que las emisiones de gases de efecto invernadero del ganado podrían reducirse entre un 18% y un 30% ampliando el uso de las mejores prácticas y tecnologías existentes en sanidad y cría de animales”
En las aves de corral, el estudio demostró que el 20% a nivel mundial pueden verse afectadas por enfermedades. Este porcentaje de animales enfermos llevaría a un aumento del 8,6% en el uso de la tierra para garantizar su producción, aumentando el impacto negativo de estas prácticas en la salud del medio ambiente.
“La ONUAA estima que las emisiones de gases de efecto invernadero del ganado podrían reducirse entre un 18% y un 30% ampliando el uso de las mejores prácticas y tecnologías existentes en sanidad y cría de animales”, explica el informe. Esto significa que, sin necesidad de aumentar las emisiones, la producción ganadera podría servir a 9.800 millones de personas hasta 2050.