Las consejerías de Salud y Agricultura de Murcia han intensificado la vigilancia y control de la fiebre Q en la región de Lorca tras observarse en los últimos años un incremento en los casos de esta enfermedad, causada por una bacteria que se transmite a los humanos mediante el contacto con rumiantes como ovejas, cabras y vacas. De solo tres casos registrados en 2021 en la Región de Murcia, se pasó a 34 en 2023, de los cuales 33 se detectaron en el área del Guadalentín. En lo que va de año, se han identificado otros 17 casos. Como resultado, el área de Lorca ha sido declarada "zona endémica de alta incidencia" por las autoridades sanitarias.
La fiebre Q se manifiesta agudamente con síntomas como fiebre, malestar general, vómitos y dolor muscular, y puede derivar en neumonía y hepatitis aguda. Aunque la evolución suele ser favorable, pueden surgir complicaciones graves como miocarditis y meningoencefalitis. Sin embargo, en muchos casos, la fiebre Q no presenta síntomas evidentes o puede pasar desapercibida, lo que conduce a un infradiagnóstico, según explica Blas Marsilla, vicepresidente de la Academia de Ciencias Veterinarias de la Región de Murcia.
La bacteria Coxiella burnetii se transmite a los humanos a través de rumiantes, que actúan como reservorio sin presentar síntomas
En su último informe sobre enfermedades de declaración obligatoria, según destaca el medio 'La verdad', el servicio de Epidemiología de la Consejería de Salud relaciona el aumento de casos en Lorca con la alta concentración de actividades laborales vinculadas al ganado en la zona. La bacteria Coxiella burnetii se transmite a los humanos a través de rumiantes, que actúan como reservorio sin presentar síntomas. Las personas pueden infectarse al inhalar partículas del patógeno presentes en el aire, especialmente en terrenos secos donde el estiércol puede quedar en suspensión.
Las condiciones climáticas de los últimos años, caracterizadas por ser cálidas y secas, podrían estar favoreciendo la propagación de la fiebre Q, advierte Marsilla. El servicio de Epidemiología subraya en su informe la "acumulación de casos sin una relación epidemiológica claramente definida". Esta situación llevó en 2023 a desarrollar un protocolo con un enfoque 'One Health', el cual abarca aspectos climatológicos, medioambientales y sanitarios.
Los técnicos de Salud colaboran estrechamente con Agricultura, que interviene en las explotaciones ganaderas donde se comunican diagnósticos de enfermedad en rumiantes o indicios de esta. También se activa el protocolo cuando hay un vínculo epidemiológico claro con un caso en humanos. En estos casos, se administra a los animales una vacuna que reduce el riesgo de transmisión a humanos y protege al propio ganado, evitando abortos espontáneos, infertilidad y otras complicaciones reproductivas en los animales infectados.
La Consejería de Agricultura asegura que "mantiene una comunicación constante con Salud y con el sector ganadero para minimizar el impacto de esta enfermedad". Por otro lado, Salud Pública transmite "un mensaje de tranquilidad a la población", ya que se están tomando medidas para monitorizar, tratar y controlar los casos y evitar su propagación. Aunque la incidencia en la Región de Murcia supera la media nacional, el aumento de casos se está observando en toda España, con mayorestasas de incidencia en el País Vasco, Navarra y Extremadura.