La entidad agraria ARAG-ASAJA ha formulado, ante la Consejería de Agricultura y Ganadería, seis propuestas fundamentales en relación con el recién presentado Plan de Gestión del Lobo en La Rioja, centrando su atención en la coexistencia efectiva del lobo con la ganadería extensiva en la región.
Estas propuestas surgieron tras reuniones entre los ganaderos de ARAG-ASAJA y el responsable de ganadería de la organización. El objetivo primordial es enriquecer el futuro plan, asegurando que este se convierta en una normativa eficaz que realmente salvaguarde la existencia de la ganadería extensiva en La Rioja.
Entre 2005 y 2022, los ataques de lobo al ganado dejaron un rastro de 5.451 reses afectadas
La evidente presencia y expansión del lobo en la región es respaldada por el último censo manejado por la Consejería de Agricultura y Ganadería, que establece la existencia de cuatro grupos reproductores con un rango de 18 a 38 lobos entre 2021 y 2022. Se estima que tanto el número de manadas como de ejemplares ha aumentado desde entonces.
Entre 2005 y 2022, los ataques de lobo al ganado dejaron un rastro de 5.451 reses afectadas, principalmente ovino, pero también bovino y equino. Estos incidentes generaron 1.864 ataques y resultaron en indemnizaciones que alcanzaron los 757.005 euros.
En este sentido, la organización aboga por incluir en el programa de actuaciones del Plan de Gestión de Lobo una compensación específica por animales desaparecidos durante el ataque
Ante estos desafíos, ARAG-ASAJA sostiene que es imperativo ajustar la nueva normativa de gestión autonómica del lobo a la realidad vivida cotidianamente por los ganaderos riojanos. En este sentido, la organización aboga por incluir en el programa de actuaciones del Plan de Gestión de Lobo una compensación específica por animales desaparecidos durante el ataque.
Además, en relación con las medidas preventivas del Protocolo, ARAG-ASAJA propone que se establezca un perro de guarda por explotación ganadera de especie de vacuno, en contraposición al modelo actual de uno por 150 cabezas. Esto se fundamenta en la observación de que estos animales no forman manadas y la orografía de la zona no favorece la utilización de perros de guarda para su vigilancia.
Por otro lado, la organización agraria insta a reducir al 5% el porcentaje de bajas en el ganado extensivo afectado por los ataques del lobo durante un año para aplicar la Fase 2 (semáforo rojo) del Protocolo en esa área específica.
Los ganaderos consideran crucial que la Administración lleve a cabo campañas informativas destinadas a senderistas y visitantes
Dada la esencial presencia de perros de guarda en las explotaciones ganaderas extensivas para el cuidado y defensa de los animales, los ganaderos consideran crucial que la Administración lleve a cabo campañas informativas destinadas a senderistas y visitantes. Estas campañas tienen como objetivo informar sobre el comportamiento adecuado ante la presencia de estos animales, contribuyendo así a la seguridad de los viandantes y garantizando que los ganaderos no se sientan amenazados durante la realización de sus actividades.
Finalmente, ARAG-ASAJA subraya la necesidad de que el Plan de Gestión del Lobo contemple una medida económica que compense los gastos adicionales a los que los ganaderos de extensivos deben hacer frente cuando se ven obligados a trasladarse con mayor frecuencia a áreas donde pastorea el ganado. Estas áreas suelen ser zonas agrestes y distantes de los núcleos urbanos.