El bienestar animal ha sido el centro de todos los debates de las organizaciones mundiales que velan por la salud animal. En el último año, la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) ha advertido de la importancia de mantener la salud y el bienestar dentro del transporte de animales. Alguna de las cuestiones tratadas han sido las temperaturas extremas o el transporte de animales enfermos que condiciona la salud de los que están en buen estado.
La OMSA ha desarrollado durante años normas internacionales destinadas a garantizar el bienestar animal durante el transporte. Sin embargo, los profesionales destacan que existe una brecha entre las normas y su correcta aplicación. Por este motivo, la organización internacional ha organizado diversos encuentros para tratar esta problemática.
“Las malas condiciones durante el transporte aumentan el estrés de los animales y tienen un impacto directo sobre su sanidad. Además, pueden causar lesiones, enfermedades y, en algunos casos, la muerte de animales que estaban sanos antes de iniciar el transporte”, explica la Dr. Úbeda Ortiz, veterinaria del puerto de Cartagena.
El puerto de Cartagena "es la última oportunidad para comprobar las condiciones de bienestar animal antes de que los buques lleguen a destino”
“Las malas condiciones de transporte no sólo constituyen un problema ético, sino que también acarrean graves consecuencias económicas para los exportadores. La propagación de enfermedades entre animales débiles o enfermos se convierte en un problema para los países que los reciben”, explica Ortiz.
El puerto de Cartagena es uno de los principales en Europa. Por él pasan todos los animales vivos destinados a exportación y, a menudo, “es la última oportunidad para comprobar las condiciones de bienestar animal antes de que los buques lleguen a destino”, según informa la OMSA en relación al transporte de animales.
Los expertos explican que, para garantizar un correcto transporte de animales y su bienestar antes, durante y después de la exportación, “necesitamos una cooperación continua entre las autoridades veterinarias de los países exportadores, de tránsito e importadores, para que puedan intercambiar informes sobre las infracciones en materia de bienestar animal o sobre una aplicación incorrecta de la ley”.
"Las normas de bienestar animal pueden considerarse como un gasto adicional como el de llevar menos animales en un vehículo determinado o aumentar los gastos de alimentación y equipamiento"
En este sentido, desde la OMSA destacan la importancia de capacitar a los sectores implicados. “Los operadores económicos deben conocer el impacto de las condiciones de transporte de los animales. Las normas de bienestar animal pueden considerarse como un gasto adicional como el de llevar menos animales en un vehículo determinado o aumentar los gastos de alimentación y equipamiento, pero hay que entender que esta inversión no sólo es obligatoria por ley, sino que también contribuye a aumentar el valor de cada operación”, reivindica la veterinaria a favor del gasto económico vinculado al transporte de animales.
Actualmente, la OMSA tiene aprobados 336 reglamentos, más del 75% pertenecen al Reglamento Europeo. Sin embargo, Ortiz insiste en la necesidad de crear una red de contactos como respaldo para intercambiar la información sobre el transporte de animales. “Esta red resultará muy valiosa en casos de emergencia y permitirá clarificar determinadas circunstancias y ayudar a prevenirlas en el futuro. Es fundamental conocernos y entendernos, puesto que los planes de contingencia suelen implicar la participación de autoridades de distintos países”, concluye.
Mientras los expertos señalan a nuevos métodos de control para garantizar el bienestar de los animales, la OMSA continúa ofreciendo nuevas normas para garantizar el bienestar animal durante el transporte. La Organización se compromete a realizar estudios específicos que exploren las barreras y los desafíos a la hora de poner en marcha las normas correspondientes.