La especies en peligro de extinción son una constante debido a la acción del ser humano en los ecosistemas mundiales. Numerosas especies ya han desaparecido, mientras muchas otras se encuentran en el limbo entre la supervivencia y la desaparición. En la mayoría de los casos, esta desaparición de la biodiversidad está provocada por causas físicas, asociadas a una mayor dispersión del ser humano por todo el planeta.
De las 8.300 razas de animales conocidas, el 8% están extintas y el 22% en peligro de extinción, según datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Asimismo, la ONU asegura que la tasa global de especies extintas “se está acelerando” y ya contamos con un 75% de los ecosistemas terrestres y un 66% de los marinos “gravemente afectados”, indica la organización.
La Convención del Patrimonio Mundial ampara a más de 20.000 especies amenazadas
Al frente de esta situación existen diversos desafíos de conservación, nuevos y familiares. En manos de la ONU, la Convención del Patrimonio Mundial ampara a nivel internacional los lugares más significativos para la conservación de la diversidad. Estos lugares protegen a más de 20.000 especies amenazadas, entre las que se encuentran elefantes, tigres y osos panda, además de grandes simios, leones y rinocerontes.
Sin embargo, para algunas especies, estos lugares de patrimonio se han convertido en la última línea de defensa, lo que obliga a crear nuevas estrategias de defensa de la biodiversidad. En torno a esta idea, la ONG Fauna y Flora plantea un nuevo reto para este 2024, destacando algunas especies que necesitan de los esfuerzos humanos para salvaguardar paisajes terrestres y marinos de todo el mundo.
El gorila de la llanura oriental está siendo observado por los expertos bajo “patrullas de biomonitorización”
La primera especie que incluyen los expertos en el punto de mira es el gorila de la llanura oriental. “Estos grandes simios están en peligro crítico de extinción”, afirma la ONG. Esta especie está siendo observada por los expertos de la Fauna y Flora bajo “patrullas de biomonitoriación” para controlar a los gorilas de las tierras bajas orientales en un paisaje forestal amenazado, en palabras de los investigadores.
La organización también analizó el peligro de extinción de aves como la amazona de nuca amarilla. Esta especie está distribuida en Nicaragua, donde se han encontrado más de 1.300 ejemplares. En el último año, más de 50 polluelos abandonaron sus nidos, pero tres aves fueron cazadas furtivamente. Aunque el porcentaje de caza de esta especie es un 87% menor que el año anterior, los expertos exigen mayor control de la especie para 2024 con el objetivo de evitar las actividades que limiten su supervivencia.
Pero los países áridos y tropicales no son los únicos que se están viendo afectados. Algunas especies de Europa también están en peligro debido a las causas físicas que provocan su desaparición. En este grupo, la ONG incluye al asprete, un pez de agua dulce situada en el este de Europa que ha estado en peligro de extinción anteriormente. Para este 2024, la ONG ha presentado un estudio de seguimiento “que ayudará a arrojar luz sobre su estado actual y la mejor manera de salvaguardar su hábitat de agua dulce”.
“Esta naturaleza amenazada es una fuente vital de medios de vida locales, un refugio de biodiversidad y un sumidero de carbono crucial”
Por su parte, África también enfrenta uno de sus grandes retos por salvaguardar especies como el hipopótamo pigmeo o el león africano. Ambas especies están amenazadas y ofrecen grandes oportunidades para los ecosistemas. “Esta naturaleza amenazada es una fuente vital de medios de vida locales, un refugio de biodiversidad y un sumidero de carbono crucial”, aseguran los investigadores en relación a la supervivencia del hipopótamo.
Por otro lado, los leones continúan en declive. “El número de leones ha estado en caída libre durante décadas y sus poblaciones y áreas de distribución continúan disminuyendo rápidamente en toda África”, alertan. Estas especies, junto con las citadas anteriormente, continúan bajo el paraguas de organizaciones como Naciones Unidas o Fauna y Flora con el objetivo de “asegurar su futuro a largo plazo”.