En agosto de 2022, el Consejo de Ministros aprobó la legislación que exigía a los mataderos la instalación de cámaras de vigilancia para garantizar la seguridad y el bienestar de los animales. Estas cámaras están distribuidas por las instalaciones, incluyendo zonas de descarga, pasillos de conducción o aquellos lugares donde se inicie el proceso de aturdimiento. Las únicas zonas que quedaron exentas de esta normativa fueron las áreas de espera donde se sitúan los medios de transporte de los animales.
Ahora, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) ha publicado su guía de orientación para el control oficial del bienestar de los animales en mataderos. Este documento respalda los reglamentos de la Unión Europea en materia de bienestar animal y como protección de los animales en el momento del sacrificio. En este sentido, la entidad enumera las seis normativas esenciales sobre las que se establece esta guía que fue aprobada por la Comisión Institucional el pasado 12 de diciembre.
"El control del bienestar animal en los mataderos por los Servicios Veterinarios Oficiales forma parte del enfoque global del control oficial de mataderos"
La AESAN justifica la aplicación de estas medidas y hace referencia al plan quinquenal español. “El control del bienestar animal en los mataderos por los Servicios Veterinarios Oficiales forma parte del enfoque global del control oficial de mataderos, incluido en el programa 3 de mataderos, salas de manipulación de caza y establecimientos que reciben reses lidiadas sangradas del plan quinquenal de control oficial en España PNCOCA 2021-2025”, explica.
Cabe destacar que España ha sido el primer país de la Unión Europea en adoptar medidas de control para garantizar la seguridad de los animales en mataderos. Esta normativa se complementa con las medidas de seguridad en los procesos de aturdimiento y transporte de la UE, por lo que nuestro país mantiene un control adicional en pro de los animales en el momento del sacrificio.
Si se detectan incumplimientos, el operador del matadero tomará las medidas necesarias para subsanar la situación
En este sentido, el documento establece un listado de comprobaciones in situque el Servicio de Control Oficial deberá verificar en el matadero. La AESAN recuerda la importancia de desarrollar “las medidas relacionadas con la espera de los animales antes de la descarga”. En torno a esta medida, esta nueva guía garantiza que, si se detectan incumplimientos, el operador del matadero tomará las medidas necesarias para subsanar la situación.
Asimismo, la entidad insiste en la correcta instalación del Sistema de Vigilancia de Bienestar Animal en el matadero. Para cumplir con estos objetivos, la AESAN exige medidas como el funcionamiento en las áreas donde se localizan animales vivos. Además, los sistemas de vigilancia deben ser efectivos. Para ello, la entidad exige “una imagen completa y clara de todas las áreas del matadero previstas en la normativa”.
A estos requisitos se suma el registro de fecha y hora, y la limpieza de las cámaras para que se encuentren accesibles. Además, se establecen controles programados y no programados con inspección de las grabaciones. En base a esta normativa nacional, la última palabra está en las comunidades autónomas, que decidirán según sus procedimientos internos de trabajo los controles aplicados para comprobar el cumplimiento de la normativa de bienestar animal.
BIENESTAR ANIMAL Y SEGURIDAD ALIMENTARIA
A la necesidad de controlar el bienestar de los animales en estas áreas se suman el resto de administraciones. Una de ellas es la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés) que asegura que “la seguridad de la cadena alimentaria está directamente relacionada con el bienestar de los animales, especialmente de los que se crían para la producción de alimentos, debido a los estrechos vínculos que existen entre el bienestar animal, la salud animal y las enfermedades transmitidas por los alimentos”.
La entidad justifica que, la falta de bienestar en el proceso del sacrificio, puede aumentar “la susceptibilidad de los animales a padecer enfermedades transmisibles”, y, por consiguiente, puede incrementar el riesgo de contagiar a los humanos a través del consumo de estos alimentos. Sin embargo, la aplicación de medidas como la guía de AESAN suponen un paso más en el compromiso con el bienestar de los animales y su protección.