El próximo 28 de diciembre se cumple un año del nombramiento de José Ramón Becerra como director general de Derechos de los Animales en el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030. Han sido 12 meses marcados por el desarrollo de la Ley de protección de los derechos y el bienestar de los animales, la normativa que entró en vigor en septiembre de 2023 y que está a la espera de su desarrollo reglamentario.
También ha sido un año de sendas reuniones, como señala el director del departamento en una entrevista para AnimalCare. “Más de 300”, asegura, para compartir opiniones y conocimientos con diferentes colectivos. Uno de ellos la Organización Colegial Veterinaria (OCV), el órgano representante de los veterinarios en España, con el objetivo de poner puntos en común en lo relativo a esta ley de la que se espera "un impacto tremendamente positivo".
En los próximos días se cumplirá un año de su nombramiento como director general de Derechos de los Animales. ¿Cómo evalúa su primer año en el cargo?
Todavía no llevo ni un año y ya parece que ha sido más tiempo porque, efectivamente, el trabajo en un ministerio es intenso. Durante este año hemos tenido más de 300 reuniones con todo tipo de colectivos y agentes sociales, económicos, profesionales, y la verdad es que ha sido muy satisfactorio. En primer lugar conocer a todos estos interlocutores con los que tenemos que trabajar desde la Dirección General de Derechos de los Animales. Y también conocer sus posicionamientos, sus inquietudes y qué les preocupa a día de hoy. Además, ha sido satisfactorio tratar de ir dando respuesta a esas inquietudes en el trabajo del día a día de este primer año que, principalmente, ha estado centrado en hacer el desarrollo reglamentario de la Ley 7/2023.
Uno de los proyectos impulsados durante este año ha sido la Ley 7/2023 de protección de los derechos y el bienestar de los animales. ¿Cuándo empezaremos a percibir logros con esta ley?
Normalmente una ley hay que evaluarla con una perspectiva y un plazo bastante más amplio. Veremos cuál es el efecto dentro de cinco o diez años, pero es imposible hacerlo en un año y mucho más si todavía no tenemos completado el desarrollo reglamentario. Necesitamos completar el desarrollo reglamentario, pero para asegurarnos que los animales de compañía mejoran su estatus dentro de nuestra sociedad vamos a necesitar muchos más años.
Ahora estamos poniendo las bases de la ley, es un primer un primer paso, pero luego viene el desarrollo reglamentario y la implementación de políticas para hacer que la ley se cumpla. Aprobar una ley está bien, pero lo que nos tiene que mover, y lo más importante, es que esa ley se cumpla.
En cuanto a los reglamentos pendientes por aplicar a esta ley. ¿Cómo ha trabajado la dirección para perfilar estas cuentas pendientes? ¿Podemos ponerle una fecha a estos reglamentos?
Cuando llegué al cargo dije que íbamos a tratar de desarrollar la ley y todos los reglamentos con el mayor consenso posible. Eso implica que, aunque en más de una ocasión nos hemos ido pronunciando sobre los plazos, al final donde tenías una ronda de negociación o de aportaciones, añadías otra más para afinar las posturas de las diferentes partes, y al final los plazos se alargan. En cualquier caso, desde el inicio he tenido muy claro que prefería prolongar más en el tiempo si eso iba a cambio de obtener más consensos.
"Desde el inicio he tenido muy claro que prefería prolongar más en el tiempo si eso iba a cambio de obtener más consensos"
El real decreto de desarrollo reglamentario de la ley fue sometido ya un primer borrador a la consideración de las comunidades autónomas y determinados agentes profesionales, sociales y económicos. Hemos estado trabajando todo el otoño en ese documento y nuestra intención era que saliera a exposición pública en este mes de diciembre, pero hemos preferido hacer una última revisión jurídica por parte de los servicios técnicos del ministerio antes de hacer esa exposición. Es un real decreto más o menos encaminado.
Luego tenemos un segundo real decreto, el del listado positivo de animales de compañía, para el que también tenemos un primer borrador, pero ahí ni siquiera hemos empezado a consensuarlo y a trabajarlo con las comunidades autónomas y con los implicados. Es lo que vamos a tener que hacer a lo largo de la primera parte del 2025.
Por otro lado, tenemos el real decreto de núcleos zoológicos, en el que estamos empezando a trabajar el texto a nivel técnico, pero ni siquiera tenemos un borrador. Son tres reales decretos que van escalonados.
Entre todo esto, también tenemos el desarrollo de una orden ministerial de lo que va a ser el Consejo Estatal de la Protección Animal. Esta orden ministerial ya solamente está pendiente del informe del Consejo de Estado. Este Consejo Estatal de Protección Animal podría estar constituido en el primer semestre de 2025.
¿Qué impacto se espera que tenga esta normativa en la protección y el bienestar de los animales en España a largo plazo?
Va a tener un impacto tremendamente positivo. Va a tener un impacto en todos los docentes profesionales que trabajan en el sector, desde profesionales de la cría de animales de compañía, hasta profesionales del comportamiento animal. Estamos buscando que a estos profesionales les de una seguridad jurídica.
Yo creo que también va a dar una coherencia a las normativas autonómicas existentes. Por eso, estamos trabajando muy estrechamente con cada una de ellas, porque sabemos que en muchas de ellas hay normativa de protección animal y tenemos que buscar que la implementación de la normativa estatal sea coherente y lo más armónica posible.
"La exigencia de la ley va a traer más concienciación de lo que significa tener un animal en los hogares"
También va a tener un gran impacto sobre la sociedad. La necesidad de contar con un seguro de responsabilidad civil, tener que hacer una revisión veterinaria anual o un curso de tenencia responsable, en el caso de los que vayan a optar a ser titulares de perros, creemos que es un cambio enormemente positivo y un paso adelante que damos como sociedad. Es cierto que puede ser interpretado como una exigencia mayor, pero esa exigencia creemos que va a traer a la par una mayor concienciación de lo que significa tener un animal en nuestros hogares.
¿Cómo valora la relación y coordinación durante estos 12 meses con las entidades, como el Consejo de Colegios Veterinarios de España, para avanzar en las políticas de derechos de los animales?
Desde el primer momento dije que los veterinarios tendrían que tener un papel preponderante en el desarrollo de la normativa y que íbamos a tener una interlocución directa y fluida, y así lo estamos tratando cumplir. No solamente con los colegios veterinarios y el Consejo General de Colegios Veterinarios, sino con diferentes asociaciones veterinarias profesionales que están muy interesadas en cómo va a ser el desarrollo de la normativa. Hemos trabajado codo con codo con ellas, les hemos consultado cuando teníamos dudas y está siendo una relación razonablemente satisfactoria.
También con el resto de agentes profesionales, como con las entidades protectoras, porque al fin y al cabo lo que nos interesa es escuchar todas esas inquietudes, y tratar de traer esas inquietudes al trabajo del día a día de la dirección. Sin duda, cada vez que nos trasladan una preocupación, una queja o una sugerencia nos están ayudando a orientar mejor nuestro trabajo de manera que tenga en cuenta toda la sensibilidades a la hora de ponerse en práctica.
¿Qué objetivos concretos tiene para el próximo año? ¿Hay algún proyecto o iniciativa clave que quiera destacar?
Este primer año me planteaba la cuestión reglamentaria y normativa como una prioridad, era lo que teníamos que hacer. Una vez que vamos encaminando el trabajo, ahora empezamos a tener hueco para desarrollar actividades propias de gobierno.
Nos hemos planteado durante este año que vea la luz un plan estatal de acción sobre colonias felinas y un plan estatal de acción contra el abandono de los animales compañía y en eso nos vamos a centrar, en esos planes de gobierno que involucren a todas las instituciones, a las comunidades autónomas y a los ayuntamientos, que en última instancia tienen las competencias para desarrollar esta normativa de bienestar animal. En eso es en lo que nos vamos a centrar, aunque evidentemente vamos a tener momentos en los que vamos a desarrollar jornadas técnicas para capacitar a los ayuntamientos, y a los cuerpos y fuerzas de seguridad, o vamos a celebrar el congreso estatal de la dirección general.
En definitiva, vamos a tener la oportunidad de desarrollar eventos, de aprobar normas y de poner en práctica planes, porque al fin y al cabo la tarea de gobierno no se reduce a aprobar una ley.
¿Qué mensaje le gustaría transmitir a los ciudadanos sobre la importancia de proteger y respetar los derechos de los animales?
El mensaje más importante que tenemos que trasladar como Gobierno de España en cuanto a la protección y el bienestar de los animales de compañía es que, como tratamos a nuestros animales, dice mucho de nosotros como personas, como sociedad y como país, y tenemos que ser conscientes de ello.
Los animales viven en nuestros hogares, nos acompañan en muchas actividades que hacemos en la vida cotidiana, forman parte de nuestra sociedad, y es fundamental que traslademos una mirada hacia esos animales que están ahí siempre, que seguramente nos quieren de forma incondicional, porque si esa mirada es empática hacia esos animales, seguramente nos va a ayudar a ser mejores como personas, como sociedad y también como país.
De nada sirve tener una norma si luego no se cumple. El mensaje es que cada cual tiene que hacer una reflexión, más allá de que luego los gobiernos o las comunidades autónomas pongamos en marcha normativas, leyes, decretos, ordenanzas… Es un trabajo colectivo.