En el año 2022, las cifras de perros y gatos abandonados fue de 288.000, según datos de la Fundación Affinity recogidos por la Organización Colegial Veterinaria (OCV). Este número supone un 3% de los animales que viven en los hogares españoles, aunque se cree que las cifras podrían ser más altas por aquellos que se encuentran sin identificar.
La OCV ha hecho un llamamiento para evitar el abandono animal y ha recalcado la importancia de la identificación obligatoria. Además de la implantación obligatoria, han insistido en la necesidad de crear más plazas en los veterinarios municipales.
"Tres de cada cuatro perros y más del 90 por ciento de los gatos carecen de microchip identificativo" ha insistido la OCV, un hecho que dificulta el proceso de localización de los propietarios.
"Los ejemplares identificados se pierden mucho menos y se recogen en estos centros en un número muy inferior al de los no identificados"
Un 70% de los perros en España están identificados con microchip, según informa la OCV. "Los ejemplares identificados se pierden mucho menos y se recogen en estos centros en un número muy inferior al de los no identificados" señalan desde la organización.
La mayoría de los perros no identificados que se pierden son entregados por otras personas en clínicas veterinarias, facilitando la comprobación del microchip para entregar al animal de manera "directa, rápida y efectiva" a su dueño.
Los gatos, en su mayoría, no cumplen con la identificación solicitada por la OCV lo que dificulta la identificación de estos animales. En este hecho interfieren dos factores: por un lado, la no obligatoriedad del microchip, por otro, la percepción de los propietarios de los gatos sobre la ausencia de necesidad del dispositivo de identificación en felinos.
LOS GATOS SÍ NECESITAN MICROCHIP
La OCV señala que la percepción de no necesidad de microchip en gatos es un error, "ya que cualquier animal puede perderse, puesto que los gatos son curiosos y pueden aprovechar cualquier descuido de su propietario para salir a la calle", apuntan.
El microchip es una herramienta de identificación necesaria para las administraciones, tanto para facilitar el proceso como para establecer un censo lo más cercano posible a la realidad. Además, ayuda a establecer un seguimiento y castigo a aquellas personas que protagonicen casos de maltrato animal.
“De cara a las administraciones, un animal no identificado es un animal que no existe y puede quedar indefenso en las manos de su posible maltratador” ha insistido la OCV, que asegura que los métodos de identificación animal son una salvaguardia para proteger ante la pérdida, el abandono o el maltrato.