El Parlamento Europeo ha aprobado en su sesión de este martes el acuerdo con los Veintisiete sobre la Ley de la Restauración de la Naturaleza. El objetivo del acuerdo es restaurar al menos el 20% de las áreas terrestres y marinas comunitarias para 2030, abarcando la práctica totalidad de los ecosistemas que necesitan restauración para 2050.
El texto, aún pendiente de ratificación por los Estados miembros, ha obtenido 329 votos a favor, 275 en contra y 24 abstenciones. A pesar del rechazo del Partido Popular Europeo, el acuerdo ha prevalecido. El PPE había propuesto vetar la ley en varios comités parlamentarios argumentando que perjudicaba al sector primario, desencadenando así un conflicto político en torno a un texto altamente politizado que finalmente fue consensuado.
El presidente del PPE, Manfred Weber, afirmó en rueda de prensa que su grupo votaría en contra de la ley al considerarla "mal redactada y no a la altura" de los desafíos de la UE. Weber destacó el compromiso del PPE con el cambio climático y los objetivos de biodiversidad, pero sostuvo que la ley imponía normas burocráticas adicionales a los agricultores en un momento crítico para la producción y los precios de alimentos.
El objetivo regenerar los ecosistemas degradados, contribuir a los objetivos climáticos y de biodiversidad de la UE, y mejorar la seguridad alimentaria
La Ley de Restauración de la Naturaleza de la UE, consensuada con los Estados miembros, tiene como objetivo regenerar los ecosistemas degradados, contribuir a los objetivos climáticos y de biodiversidad de la UE, y mejorar la seguridad alimentaria.
Para lograr estos objetivos, los países de la UE deberán restaurar al menos el 30% de los hábitats contemplados en la nueva ley para 2030, aumentando al 60% en 2040 y al 90% en 2050. La prioridad se asigna a las zonas de la Red Natura 2000 hasta 2030. Además, se insta a los países a evitar el deterioro de áreas en buenas condiciones y establecer planes nacionales de restauración para cumplir con los objetivos establecidos.
ECOSISTEMAS AGRÍCOLAS
Con el objetivo de mejorar la biodiversidad en los agroecosistemas, los países de la Unión Europea deben avanzar en dos de los tres indicadores de la ley: el índice de mariposas en pastizales, la proporción de tierras agrícolas con características paisajísticas diversas y las reservas de carbono orgánico en suelos minerales de tierras cultivables. También se deben tomar medidas para incrementar el índice de aves comunes relacionadas con entornos agrarios, ya que son indicadores del estado general de la biodiversidad.
Además, el texto destaca que restaurar turberas drenadas es una de las medidas más rentables para reducir emisiones en el sector agrícola y mejorar la biodiversidad. Por lo tanto, los países de la UE deben implementar medidas de restauración en suelos orgánicos de uso agrícola que representen turberas drenadas, alcanzando al menos el 30% para 2030, el 40% para 2040 y el 50% para 2050. Sin embargo, el rehumedecimiento seguirá siendo voluntario para agricultores y propietarios privados de tierras.
A solicitud del Parlamento, la ley también incorpora un "freno de emergencia" que permite suspender los objetivos para los agroecosistemas en circunstancias excepcionales si la disponibilidad de tierras necesarias para la producción de alimentos para el consumo de la UE se ve considerablemente afectada.