La Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio ha iniciado un exhaustivo análisis para evaluar la viabilidad de reintroducir el lince ibérico en Castilla y León. Hasta el momento, los estudios se han centrado en identificar áreas con una calidad de hábitat adecuada y una presencia significativa de poblaciones de conejos. Como resultado, se han delimitado dos posibles zonas de reintroducción: Cañones del Duero en Zamora y el Cerrato en Palencia. Ambas áreas cumplen con los parámetros mínimos establecidos en el protocolo para la selección de áreas de reintroducción.
Estos criterios, rigurosos en su exigencia, establecen que se debe contar con una superficie continua mínima de 10.000 hectáreas de hábitat adecuado, definido como la combinación de una estructura y densidad de conejos apropiadas. Este requisito busca garantizar la viabilidad a largo plazo de una población de lince ibérico. Concluida esta fase técnica, se emprenderá un trabajo de comunicación del proyecto en las próximas semanas, dirigido a la población local y demás partes interesadas, con el objetivo de obtener el respaldo social necesario.
La validación reciente de esta primera fase por parte del Grupo de Trabajo del Lince Ibérico, perteneciente al Comité de Flora y Fauna, confirma la solidez de los trabajos técnicos realizados. Este Comité, conformado por representantes de las comunidades autónomas y del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, supervisa las acciones relacionadas con la conservación de especies silvestres a nivel estatal, así como el cumplimiento de convenios internacionales y normativas comunitarias.
Para avanzar en estos esfuerzos, un equipo técnico de expertos de la Junta de Andalucía, Junta de Comunidades de Castilla La Mancha y Fundación CBD-Hábitat, perteneciente al Life Lynxconnect, ha visitado Castilla y León. Este equipo ha evaluado sobre el terreno las áreas de Cañones del Duero en Zamora y el Cerrato en Palencia, ofreciendo asesoramiento sobre posibles actuaciones para la reintroducción de la especie.
Cabe destacar que el lince ibérico se extinguió en Castilla y León en las décadas de los ochenta o noventa debido al declive de las poblaciones de conejos
En las próximas semanas, se iniciará una nueva fase que no solo completará la evaluación técnica de la iniciativa, sino que también llevará a cabo trabajos de comunicación, divulgación y participación pública. El objetivo es informar a los agentes locales sobre la propuesta de reintroducción del lince en Castilla y León y evaluar la aceptación del proyecto por parte de la comunidad, incluyendo alcaldes, vecinos, propietarios de terrenos, agricultores, cazadores y ganaderos.
Cabe destacar que el lince ibérico se extinguió en Castilla y León en las décadas de los ochenta o noventa debido al declive de las poblaciones de conejos por enfermedades como la Enfermedad Hemorrágico Vírica y la mixomatosis. Aunque los programas de conservación desde 2002 han evitado su extinción global, la viabilidad a largo plazo de la especie sigue amenazada por factores demográficos y genéticos. Estudios recientes indican que se necesitaría un aumento del tamaño de las subpoblaciones y la creación de nuevas subpoblaciones para garantizar la viabilidad genética a largo plazo, especialmente en el norte de la Península Ibérica.
El éxito en la conservación del lince ibérico hasta ahora ha contado con la contribución significativa de cazadores, gestores y propietarios de fincas privadas. Su colaboración estrecha en las iniciativas de reintroducción ha sido fundamental. Además, se ha destacado a nivel nacional la implicación demostrada por el sector cinegético en la recuperación y conservación del lince ibérico. El lince, al actuar como controlador de depredadores generalistas como el zorro o el meloncillo, beneficia a las poblaciones de especies cinegéticas de caza menor. Su dieta, compuesta principalmente por conejos, no afecta significativamente a la ganadería extensiva, convirtiéndolo en un aliado para los agricultores al ayudar a controlar las sobrepoblaciones de conejos que causan daños a los cultivos agrícolas. Asimismo, la reintroducción del lince ha tenido un impacto positivo en el turismo de naturaleza, generando inversiones en mejoras del hábitat y fomentando el desarrollo económico en las áreas afectadas.