Una vez que un niño es diagnosticado con cáncer,todas las actividades de su vida diaria como ir al colegio, jugar, o relacionarse con otros niños, son interrumpidas. Por lo que, esperar seis meses o la finalización del tratamiento para recibir la concesión de discapacidad priva a los niños y a sus familiares del acceso a los servicios y prestaciones a los que tienen derecho. Por lo tanto, con el objetivo de cambiar la normativa actual para conseguir la concesión de una discapacidad del 33% a los jóvenes con cáncer desde que son diagnosticados, la Federación Española de Padres de de Niños con Cáncer ha lanzado la campaña “#Dales33%”. Indicaciones específicas para la concesión, criterios homogéneos en todas las CCAA, valoraciones no presenciales de la discapacidad y la concesión de la tarjeta provisional de estacionamiento, son algunas de las ventajas que podrían ayudar a estos niños y a sus familias a enfrentarse a esta enfermedad en la que el tiempo juega un papel clave.