Carlota y Alessa apenas tienen días de vida. Llegaron a este mundo de forma prematura o con alguna patología crónica y compleja que ha llevado a mantenerlas en el hospital durante más tiempo, a veces incluso semanas y meses. Y para que tanto las bebés como los padres se sientan cómodos, el Vall d'Hebron ha inaugurado el nuevo Espacio Familiar de Neonatología “Com a casa”, una serie de doce habitaciones propias en las que los progenitores pasan todo el tiempo posible con sus hijos. Con ello se fomenta la presencia de las madres y padres durante el ingreso hospitalario de estos bebés, propicia el método canguro (piel con piel) y la lactancia materna, aumenta el bienestar y la intimidad de las familias y su implicación en los cuidados, y reduce las infecciones nosocomiales. De hecho cuentan con aislamiento sonoro del exterior y regulación de la intensidad de la luz. Un espacio donda también "educar de forma continua y más adecuada los padres, reducir su ansiedad y mejorar las tasas de establecimiento de la lactancia materna", indica Raquel Rodríguez, supervisora de enfermería del Servicio de Neonatología de Vall d’Hebron. (Foto. Vall d'Hebron).