Especialistas del Instituto de Microcirugía Ocular (IMO) han alertado sobre los peligros para la visión que conlleva frotarse profusamente los ojos, ya que puede llegar a producir alteraciones en la superficie ocular y, de esta forma, comprometer la salud visual. En el caso de pacientes con cierta predisposición genética a padecer irregularidades y malformaciones patológicas en la superficie corneal (conocidas como ectasias), el hábito de frotarse los ojos incrementa el riesgo de generar micro-traumatismos que acaban dañado este tejido, al tiempo que terminan por modificar la curvatura natural de la córnea. “Al frotar en exceso, ejercemos una presión que deforma progresivamente el ojo”, ha explicado el doctor José Luis Güell, coordinador del departamento de Cirugía Refractiva del IMO.
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