Además de ser un alimento de consumo diario que gusta a casi todos, el consumo de pan supone diversos beneficios saludables entre los que destaca la posibilidad de evitar desórdenes gastrointestinales gracias a la fibra que aporta. En este sentido, debemos tener en cuenta la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de ingerir entre 25 y 30 gramos de fibra al día. Y es que, en lo que respecta al pan y a los cereales, sobre todo las variedades integrales, su ingesta nos ayuda al mantenimiento y al buen funcionamiento del tránsito intestinal ya que los granos enteros son una fuente importante de nutrientes y fibra esencial para la microbiota intestinal. Además, promueven la diversidad de nuestra flora y son capaces de estimular en ella cambios que repercuten a nuestro favor, disminuyendo así el riesgo de sufrir algunas patologías intestinales como son el estreñimiento o la diverticulosis.