Este jueves, 23 de junio, se celebra el Día Internacional del Síndrome de Dravet o epilepsia mioclónica severa. Esta patología que afecta a uno de cada 16.000 nacimientos tiene su origen en la la mutación de un gen, el SCN1A, y se manifiesta en bebés de un año con crisis epilépticas desencadenadas por fiebre seguida de una epilepsia resistente a los fármacos, retrasos cognitivos, motores y del habla, así como problemas conductuales y alto riesgo de mortalidad prematura. Con motivo de recordar esta enfermedad y la necesidad de un diagnóstico precoz, numerosos edificios y monumentos emblemáticos distribuidos por toda la geografía nacional se iluminarán de morado este jueves. (Foto. Fundación síndrome de Dravet).