El consumo de productos lácteos enteros permite reducir la posibilidad de sufrir una enfermedad cardiovascular. Así lo sugiere una investigación liderada por expertos de la Universidad McMaster (Canadá), un trabajo en el que se señala que aquellos individuos que ingieren tres dosis diarias de lácteos enteros tienen tasas más bajas de mortalidad y enfermedad cardiovascular si se compara con las personas que consumen menos de media ración al día.