La atención de un fisioterapeuta especializado, el control médico y un estudiado programa de ejercicio progresivo son claves para reducir los síntomas del linfedema, prevenir su aparición y detectar sus primeras señales. Se trata de una patología crónica progresiva que se presenta habitualmente fruto de la extirpación de ganglios y el tratamiento con radioterapia tras un cáncer de mama. Así lo han asegurado desde diversos colegios profesionales de Fisioterapia que, con motivo de la conmemoración del Día Mundial contra el Cáncer de Mama, dedican su videoconsejo del mes de octubre a la prevención del linfedema.