Las mujeres embarazadas que consumen cafeína, ya sea procedente del café o té, tienen bebés más pequeños que los que se abstienen de tomar el estimulante durante el embarazo, según sugiere una investigación. Según los datos, cada 100 miligramos adicionales de cafeína que se consumen diariamente durante el primer trimestre del embarazo se asocian con un peso menor al nacer de 72 gramos. De hecho, incluso las mujeres que consumieron menos de 200 miligramos de cafeína, el límite seguro durante el embarazo según el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos (ACOG), tuvieron un riesgo significativamente mayor de tener un parto prematuro o tener un bebé con bajo peso al nacer. Además, los investigadores hallaron que las mujeres que consumían la mayor cantidad de cafeína tenían bebés que pesaban unos 170 gramos menos que las que consumían menos.