Investigadores alemanes han descubierto que dormir mejora la capacidad del cuerpo para combatir un resfriado. Al parecer, el sueño fortalece la potencia de ciertas células inmunitarias al mejorar sus posibilidades de adherirse y eventualmente destruir células infectadas con virus. Los investigadores centraron su atención en las células T, que combaten las infecciones. Cuando las células T detectan una célula infectada por virus, activan una proteína pegajosa conocida como integrina que les permite adherirse a esa célula. Los investigadores pudieron probar que la falta de sueño, así como los períodos sostenidos de estrés, conducen a niveles más altos de hormonas que parecen bloquear el interruptor principal que activa las proteínas pegajosas.