Según un estudio de la Universidad de Otago, en Nueva Zelanda, las personas que respiran por la boca cuando duermen tienen más riesgo de sufrir caries que las que respiran por la nariz ya que, según los experimentos, los pacientes que dormían con la boca abierta tenían un pH promedio de acidez de 6,6 comparado con el ph neutro de 7 de los que respiraban por la nariz.