Un estudio holandés sugiere que las personas que comen una gran cantidad de proteínas animales pueden tener más grasa en sus hígados y un mayor riesgo de enfermedad hepática que las personas cuya principal fuente de proteínas son las verduras. Los investigadores se enfocaron en lo que se conoce como enfermedad del hígado graso no alcohólico, que generalmente se asocia con la obesidad y ciertos hábitos alimenticios. Según el estudio, las personas con sobrepeso que comían la mayoría de las proteínas animales tenían un 54% más de probabilidades de tener hígado graso que las personas que consumían menos carne.