En comparación con las personas que beben café o té helado, las personas que consumen una taza o más de té caliente al día tienen un 74% menos de probabilidades de tener glaucoma, según un estudio de la Universidad de California (Estados Unidos). "El glaucoma puede llevar a la ceguera y sería genial que pudiese prevenirse porque no hay cura", asegura la investigadora principal, la doctora Anne Coleman. Por este motivo, Coleman asegura que aunque la mejor manera de prevenirlo es revisar la vista, "es interesante analizar los hábitos de estilo de vida y lo que podemos hacer para marcar la diferencia".