“En el MIT apoyan el desarrollo de tecnologías sanitarias que acaban llegando a los usuarios”

Carlos Sánchez, CEO de Asana Weartech, ha sido premiado por el Instituto Tecnológico de Massachusetts gracias a su prenda inteligente para evitar problemas de espalda.

logo squared 200x200
21 enero 2017 | 00:04 h
“En el MIT apoyan el desarrollo de tecnologías sanitarias que acaban llegando a los usuarios”
“En el MIT apoyan el desarrollo de tecnologías sanitarias que acaban llegando a los usuarios”
Pocos investigadores españoles pueden presumir de haber formado parte, por un tiempo, del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), una de las universidades más prestigiosas del mundo (por sus aulas han pasado 78 premios Nobel, 10 de ellos, de Medicina). El sevillano Carlos Sánchez no sólo puede hacerlo, sino que incluso cuenta en su curríruculum con un premio de la revista oficial de esta institución, que lo consideró como uno de los 10 mejores innovadores menores de 35 de España en 2016.

Gracias a su relación con el MIT, Sánchez ha logrado sacar adelante un proyecto que en el futuro podrá mejorar la salud de muchas personas. Se trata de un body de licra con sensores extensiométricos que analizan constantemente la postura de la persona, para ayudarle a corregirla, y evitar así deformidades graves en la columna vertebral de pacientes con escoliosis o dolor crónico de espalda.

Esta tecnología vestible, para cuyo desarrollo Sánchez ha creado la startup Asana Weartech, puede llegar a suponer el fin del corsé para corregir la postura, especialmente en los adolescentes con problemas de espalda, ya que, en este caso, es el propio paciente quien corrige su postura de forma activa, gracias a los datos que les ofrece el sistema. Ingeniero de telecomunicaciones y doctor en procesamiento de imágenes médicas, Carlos Sánchez explica a SaluDigital cómo fue su experiencia investigando en el MIT y cómo está evolucionando su proyecto sanitario.

¿Cómo surge su llegada al Instituto Tecnológico de Massachusetts y cómo fue su experiencia?

"La investigación puramente académica, aunque de primer nivel, no es suficiente en sí misma para trasladar cambios al mundo real"
Mi estancia durante tres años formó parte de una beca postdoctoral fruto de un consorcio entre el MIT y la Comunidad de Madrid.El primer año pasé más tiempo en Boston, y los otros dos más tiempo haciendo trabajo de campo en Madrid pero en conexión permanente con mis supervisores del MIT y viajando allí de vez en cuando.

Creo que en el MIT saben muy bien lo que hacen, tienen muchísima experiencia en relacionarse con startups, licenciando su tecnología, y apoyando el desarrollo de soluciones reales que terminan llegando a los usuarios. Es una maquinaria donde todas las piezas funcionan correctamente, y la clave de todo es que llevan décadas posicionándose, y posicionando a esa región como referente mundial de la industria de las tecnologías médicas, así como otras muchas.

Sin embargo, destacaría que en esa región, la verdadera innovación se hace sobre todo desde el ecosistema startup, liderada por personas que han pasado muchos años en el mundo académico pero que en un momento dado no tienen miedo a reconvertirse en emprendedores. La investigación puramente académica, aunque de primer nivel, no es suficiente en sí misma para trasladar cambios al mundo real. Sin embargo, casi todos los emprendedores tienen una trayectoria investigadora en la universidad más o menos dilatada. Es esto lo que me inspiró a dejar la seguridad de mi puesto como profesor de Universidad y lanzarme a la aventura del emprendimiento y de la traslación en salud.

Allí sentó las bases de su proyecto de prenda inteligente, ¿en qué consiste exactamente?

Durante mis investigaciones, llegué a la conclusión de que era importante estudiar las deformidades de la columna vertebral, porque es la parte del aparato locomotor que tiene más impacto en la vida de las personas. Vimos que había una necesidad en conseguir preservar una buena postura de la columna, que habitualmente se consigue usando corsés rígidos, pero que los pacientes tienden a no llevar suficientes horas porque les afecta a su status social.

Yo planteo que si pudiéramos monitorizar la postura de las personas en su vida cotidiana podríamos mejorar la terapia de corrección activa, donde yo me corrijo la postura de forma voluntaria porque me han educado para ello.

Por ello, nuestro dispositivo usa una tecnología de sensado, basada en extensiómetricos, que colocados de una forma determinada en la prenda de vestir, permite analizar la geometría de la espalda y sus movimientos de forma muy precisa. Estos extensiómetricos son baratos, consumen muy poco y permiten que la tecnología sea vestible.

¿La idea final es sustituir al corsé?

"La idea final es corregirle el problema de la postura al paciente y ponerlo en la misma postura que tendrían con un corsé pero adquirida voluntariamente y llevando sólo una prenda de vestir"
Podría ser. El dispositivo está diseñado para que el paciente se ponga la prenda, por ejemplo, por la mañana y tras una pequeña calibración diaria, el dispositivo evalúa su postura en todo momento (25 veces por segundo) y la compara con una postura que se ha grabado en la última visita al fisioterapeuta. Supone un refuerzo a un tratamiento basado en fisioterapia.

La idea final es corregirle el problema de la postura al paciente y ponerlo en la misma postura que tendrían con el corsé pero adquirida voluntariamente llevando una prenda y no un corsé, esto evitaría llegar a deformaciones más graves o incorregibles.

Tras recibir el premio del MIT, ¿en qué fase está actualmente el proyecto?

Nuestro equipo ha crecido mucho, contamos con expertos con mucha experiencia en el desarrollo tecnológico y de negocio. Además, hemos comprometido un acuerdo con Quirónsalud para concurrir juntos a convocatorias de financiación europeas. Y también hemos concurrido a una convocatoria Innovation Action de H2020 como partner en un consorcio que se centra en tecnologías de fabricación modular, que ha elegido nuestra tecnología como sujeto para un proyecto de innovación en este sentido.


Aunque su idea nació durante su estancia en Estados Unidos, su empresa opera en España. ¿Cuesta mucho emprender en este sector después de los años más duros de la crisis?


"La mentalidad de internacionalización y el afán de reinventarse han creado un escenario en el que España es un país muy ideal para innovar en salud"
Creo que todo está cambiando mucho. Hasta hace doso tres años era un desierto totalmente. No había prácticamente inversores. Pero con la crisis se ha agudizado mucho el ingenio, las generaciones jóvenes han estado en el extranjero, tienen una visión global, y eso es consustancial a las startups tecnológicas. Esta mentalidad de internacionalización y el afán de reinventarse han creado un escenario en el que España es un país muy ideal para innovar en salud y hay bastantes ayudas públicas.

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
Lo más leído