El Instituto Nacional de Estadística (INE) publicaba esta semana las cifras de fallecimientos en España a lo largo de 2015. Los datos arrojan que, en total, 422.568 personas perdieron la vida en nuestro país, siendo las enfermedades del sistema circulatorio la primera causa de muerte, con un tasa de 267,6 fallecidos por cada 100.000 habitantes. En este difícil contexto, el papel de la tecnología en el ámbito de la Cardiología se presenta como determinante para frenar esta tendencia.
Con el objetivo de conocer el rumbo que va a tomar esta especialidad a nivel tecnológico, SaluDigital ha charlado con el doctor José Luis Zamorano, jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Universitario Ramón y Cajal (Madrid), miembro de la Sociedad Española de Cardiogía (SEC) y expresidente de la Asociación Europea de Ecocardiografía (2008-2010). El especialista, consciente de la importancia de la innovación cardiológica, ha presentado recientemente un "ecógrafo inteligente", es decir, un dispositivo de tamaño reducido, que mediante la conexión a una app, permite visualizar toda la información cardíaca del paciente en el smartphone o la tableta.
¿En qué consiste este ecógrafo "inteligente"?
No es que sea un ecógrafo "inteligente", yo no lo llamaría así. Simplemente es que la sonda de ultrasonidos se puede conectar a mi dispositivo móvil.
"El principal beneficio que aporta este dispositivo es la globalización del sistema de ultrasonido, de la ecografía"
¿Cómo se usaría este dispositivo?
Es exactamente igual que un ecógrafo, exactamente igual, lo que pasa es que en lugar del ecógrafo, la pantalla es la del dispositivo móvil, del smartphone.
¿Está previsto que este innovador sistema se implante en algún centro hospitalario español?
No lo sé. Creo que es demasiado pronto para esa pregunta y para implantarlo, porque todavía le falta recorrido, está en fase de desarrollo. No obstante, es ya una realidad en Estados Unidos, pero en Europa todavía no se ha implantado.
Pero, de todas formas, ¿por qué dices un hospital? Yo sería mucho más ambicioso, cualquier médico.
Cualquier médico que sea cardiólogo podría utilizar este nuevo aparato, ¿no?
No, no te equivoques. De nuevo, sé más ambicioso, ¿por qué solo cardiólogo? El aparato no es solo para el corazón. Puede usarse para otros aspectos sanitarios, como por ejemplo en el ámbito de las ambulancias o para las carótidas.
¿Qué supone, entonces, este tipo de sistemas para la práctica clínica? ¿Cuáles son los beneficios que aporta?
Es una visión directa del órgano que se quiera observar. Por ejemplo, en el ámbito del corazón y gracias a la ecografía, hemos pasado de oír a ver. Yo diría que el principal beneficio que aporta este dispositivo es la globalización del sistema de ultrasonido, de la ecografía.
¿Cuáles han sido los avances tecnológicos más destacados de este año en el ámbito de la Cardiología?
El gran desarrollo de la Cardiología más reciente está enfocado en el tratamiento de las cardiopatías valvulares, es decir, en el caso del tratamiento de la válvula aórtica en los últimos años, ya somos capaces de cambiarla por vía transcutánea. Ahora van a ir el resto de las válvulas, como la tricúspide y la mitral. Esto es muy importante.
"La inteligencia artificial aplicada a la Medicina va a suponer un salto tremendo"
A nivel tecnológico, ¿hacia dónde se dirige la Cardiología? ¿Cuál es el futuro de esta especialidad a nivel tecnológico?
A nivel tecnológico yo creo que vamos a dar un gran salto en cuanto al manejo del Big Data, es decir, la inteligencia artificial aplicada a la Medicina va a suponer un salto tremendo.
No olvidemos que ahora hay muchos datos médicos al alcance de la población y que la gente almacena en su teléfono o en su reloj. Por ejemplo, una persona puede hacer en tiempo real un electro en su teléfono, sin ningún problema. La capacidad pulmonar puede sacarla uno de su teléfono, sin problema alguno. El principal salto tecnológico va a ser la integración de todos estos datos en grandes centros de manejo de información, de lo que se llama Big Data.
¿Entonces el manejo del Big Data será el futuro no solo de la Cardiología, sino de la Medicina en sí misma?
Desde luego. No lo dudo.