El neuroestimulador implantable que revoluciona la lucha contra el dolor crónico

Según un estudio europeo, el dolor crónico (aquel que persiste al menos durante seis meses) afecta a uno de cada cinco adultos en Europa y el coste para los sistemas sanitarios puede ascender a unos 300.000 millones de euros. Para combatir estas dolencias una nueva tecnología de neuroestimulación, desarrollada por la compañía Boston Scientific, promete revolucionar la lucha contra el dolor crónico.

Como explica a SaluDigital José Paz, neurocirujano del Hospital Universitario La Paz de Madrid, primer centro en España, y segundo en Europa en implantar esta tecnología, el sistema consisteen reducir el dolor crónico de espalda y piernas, especialmente, a través de señales eléctricas, que van directas a las zonas del sistema nervioso central que generan el dolor en el organismo.

“En este caso las señalesse dirigen directamente a la médula espinal, el aparato se coloca cerca de ella mediante una pequeña intervención, y al entrar en funcionamiento tratamos de bloquearlas señales de dolor que llegan del cerebro. De esta forma el dolor se sustituye por un ligero hormigueo que puede acabar mejorando mucho la calidad de vida del paciente”, señala el experto.

TERAPIA PERSONALIZADA

Aunque ya existen neuroestimuladores contra el dolor que realizan una tarea similar, la principal innovación que tiene este nuevo dispositivo, llamado Precision Montage MRI, es que es el primero que permite adaptar el tratamiento a cada paciente de manera consistente y efectiva. “Una vez implantado, el paciente dispone de un mando para que, con las pautas controladas que le damos, puedan adaptar la estimulación a sus necesidades, focalizándola hacia donde tenga el dolor. Así se reducen posibles efectos secundarios”, añade Paz.

Sin embargo, como indica el experto, las innovaciones de estos nuevos sistemas no quedan ahí, puesto que se trata de una tecnología compatible con los equipos de resonancia magnética, algo que en los dispositivos anteriores podía suponer un problema.

Y es que, la resonancia magnética es un prueba de diagnóstico por imagen habitual en la detección de anormalidades en tejidos blandos y se usa para determinar gran parte de enfermedades incluido el cáncer, accidentes cerebrovasculares o problemas neurológicos. Sin embargo, hasta ahora, los pacientes implantados con un neuroestimulador estaban obligados a buscar pruebas alternativas o incluso a tener que retirar el dispositivo si la prueba era imprescindible.

ELECTRODO DE TRIPLE CAPA

Frente a ello, la nueva tecnología logra soportar estas pruebas sin causar problemas, al disponer su electrodo de una triple capa, para cancelar la absorción de energía de radiofrecuencia que causa el calor, protegiendo al paciente a la hora de someterse a la resonancia magnética. “Esta novedad da respuesta a una necesidad médica y generan beneficios que redefinen las posibilidades de diagnóstico de las personas implantadas con terapias de neuromodulación”, indica José Paz.

Por otro lado, según señalan desde la compañía desarrolladora, el dispositivo médico dispone de una vida media de 12 años y es recargable a través de inducción por lo que, pasado este tiempo, no será necesario abrir el bolsillo subcutáneo para cambiar la pila.

De momento, como señala Paz, el perfil de los pacientes a los que se le suele indicar la implantación de este neuroestimulador es de “una persona que lleve más de seis meses sufriendo dolor en la espalda y las piernas, por ejemplo, por una cirugía de espalda fallida, y que el dolor le incapaciteen su rutina diaria o afecte a su bienestar mental”.

A estos pacientes, la implantación del nuevo dispositivo les permitirá, además de reducir su sensación de dolor, “disminuir el número de antibióticos y de mórficos que toma para combatir el dolor y hacer cosas que no hacía antes en su día a día”.