Drones al servicio de las emergencias sanitarias

Un estudio de la Universidad de Toronto revela que el uso de drones en el servicio de emergencias ayudaría a salvar las vidas de pacientes que sufran paros cardíacos.

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25 marzo 2017 | 00:06 h
Drones al servicio de las emergencias sanitarias (Foto. ConSalud)
Drones al servicio de las emergencias sanitarias (Foto. ConSalud)
Las calles de una ciudad son igual de determinantes que las instalaciones de un centro hospitalario a la hora de atender una urgencia. Ante una emergencia, la rápida actuación de los facultativos de ambulancias es crucial y unos segundos de diferencia pueden dictaminar el destino de una vida. En la Comunidad de Madrid, el consejero de Sanidad, Jesús Sánchez Martos, señaló en un pleno en el mes de diciembre de 2016 que el tiempo de respuesta del transporte sanitario urgente en la región es de 19 minutos de media. Unos muy buenos tiempos de reacción que, sin embargo, pueden ser excesivos a la hora de asistir a un paciente que sufra un paro cardíaco.

Los autores analizaron registros médicos de 53.702 paros cardíacos en una extensión de 26.851 kilómetros cuadrados de áreas rurales y urbanas de Toronto (Canadá)
En esta difícil coyuntura, se hace indispensable idear nuevas fórmulas que agilicen el transporte sanitario urgente. Es aquí donde entran en escena los drones, unos pequeños vehículos aéreos no tripulados que pueden ser controlados en forma remota y que pueden desempeñar un papel crucial en el entorno de la asistencia sanitaria. Así lo demuestra un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Toronto (Ontario, Canadá), en el que se explica que el uso de una red de drones podría acelerar el traslado de desfibriladores hasta aquellos lugares donde se asista a una persona que esté sufriendo un paro cardíaco.

UN SISTEMA QUE SALVA VIDAS

Los autores de esta investigación, publicada en la revista científica Circulation, analizaron registros médicos de un total de 53.702 paros cardíacos en una extensión de 26.851 kilómetros cuadrados de áreas rurales y urbanas de la capital de Ontario. El objetivo nuclear del estudio era determinar la agilidad con la que se podían trasladar estos vehículos aéreos no tripulados respecto a los servicios de emergencias clásicos, como los vehículos de intervención rápida (VIR) o las ambulancias.


El equipo de docentes canadienses calculó que, en el ámbito regional, serían necesarios 37 drones establecidos en 23 bases para poder llegar a todos los pacientes. Por su parte, en áreas urbanas, estimaron que la demanda sería de 28 aparatos afincados en 15 bases. Así, las simulaciones revelaron que los drones de las áreas rurales llegaban 10,34 minutos antes que el transporte sanitario urgente, mientras que en zonas urbanas el ahorro era de 6,43 minutos.

"Como el dron puede volar en línea recta y evita los obstáculos que a los que una ambulancia se enfrenta, podría llegar antes a la escena con un desfibrilador para su uso previo a la llegada de los facultativos", dijo Timothy Chan, director del Centro de Ingeniería para la Atención de la Universidad de Toronto.

PARO CARDÍACO

El 92% de los pacientes con un paro cardíaco recibiría asistencia antes con una red de drones al servicio de la sanidad en su área geográfica
Un paro cardiorrespiratorio es, en sí mismo, la detención de la respiración y del latido cardíaco en un individuo. Puede ocurrir por diversas causas, algunas de las más típicas son el ahogo por inmersión o el choque eléctrico, los efectos de anestesia y otros fármacos o el esfuerzo físico muy extremo. Implica la detención de la circulación de la sangre y por lo tanto implica la detención del suministro de oxígeno al cerebro.

Si no se restablece la función cardíaca rápidamente, puede tener consecuencias fatales. Es aquí donde entran en escena los desfibriladores automáticos, unos dispositivos que emiten impulsos eléctricos a través de electrodos que se pegan en el tórax, variando su intensidad según considere el procesador integrado que necesita la persona asistida. Estos instrumentos son comunes en lugares públicos de gran afluencia, como los aeropuertos o los estadios de fútbol.

Si de acuerdo con este estudio, los drones pudieran reducir tres minutos la respuesta típica los servicios de emergencias, el 92% de los pacientes con un paro cardíaco recibiría asistencia antes, lo que podría determinar si un paciente sobrevive.
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