En un estudio con un modelo porcino, el dispositivo fue capaz de reducir la concentración máxima de doxorrubicina en aproximadamente un 85% en todo el cuerpo
De esta forma, el dispositivo, llamado ChemoFilter, se introduce mediante un catéter intravenoso en el paciente, independientemente de otro catéter que también se introduce para liberar el fármaco quimioterápico directamente en el tumor. Por ello, antes de que las sustancias del fármaco se distribuyan hacia células sanas, lo que provoca los efectos secundarios, el material actúa como filtro, mediante un sistema de agujas que extraen la sustancia tóxica.De momento, el sistema sigue perfeccionándose, aunque los investigadores esperan poder aplicarlo en humanos en unos dos años, y el siguiente paso implica la mejora de las capacidades de filtración de la esponja, para lo que se está estudiando el uso de ADN como moléculas de unión para atraer a diferentes tipos de moléculas de quimioterapia. Gracias a ello, además, el sistema se podría utilizar para otros tratamientos con antibióticos, eliminando también sus efectos secundarios.