"Algunas metodologías incluyen fotografía 3D y escáneres radiológicos, si bien requieren la sedación del bebé y la aplicación de radiación ionizante"
Debido a que existen numerosos factores que las causas, se pueden encontrar multitud de deformaciones craneales en los lactantes, entre las que destacan la plagiocefalia posicional, la braquicefalia y la craneosinostosis. El sistema nervioso comienza a desarrollarse en el ser humano a partir de la tercera semana de embarazo y termina dando lugar a la formación de un cerebro y una médula espinal bien formados. Sin embargo, este complejo proceso puede verse alterado en el trascurso de cualquiera de las etapas, provocando en cada caso una deformación con consecuencias concretas. En cualquier caso y según destacan los científicos, no existen normas establecidas para la evaluación sistemática de estos cambios de forma.El profesor José Luis Lerma, director del Grupo de Investigación en Fotogrametría y Láser Escáner (Gifle) de la Universidad Politécnica de Valencia, explica que, por lo general, "se mide manualmente utilizando calibres, pero no existe un consenso sobre la idoneidad de estas mediciones para representar correctamente la deformación. Otras metodologías incluyen fotografía 3D y escáneres radiológicos, si bien requieren la sedación del bebé y la aplicación de radiación ionizante, así como una alta inversión en equipamiento".
UN MODELO 3D GENERADO A TRAVÉS DE FOTOGRAMAS
El mecanismo desarrollado por los expertos de ambos centros valencianos es totalmente inocuo para el recién nacido. En concreto, este sistema se basa en la grabación de un vídeo del cráneo del lactante con un smartphone. A nivel tecnológico el dispositivo combina la fotogrametría y el modelado 3D, es decir, del vídeo se extraen una cantidad de fotogramas establecidos y, con ellos, se desarrolla un modelo 3D fidedigno de la cabeza del pequeño.
"A partir de ese modelo, generamos un segundo modelo con lo que sería la cabeza ideal de ese bebé, para lo que aplicamos un novedoso algoritmo. Se comparan ambos modelos y se ve si existe o no deformación y el nivel de afección en cada caso, representado de una manera muy visual mediante colores en función del grado de deformación" señala Inés Barbero García, investigadora del Gifle.
"La aplicación de la fotogrametría 3D en las deformidades craneales con el uso de teléfonos móviles abre un nuevo paradigma en la caracterización de estas enfermedades"
Pablo Miranda, neurocirujano pediátrico del Hospital Universitario y Politécnico La Fe de Valencia, comenta que "la información proporcionada por el análisis fotogramétrico es esencial para el clínico, ya que le permite cuantificar de forma objetiva el grado de deformidad craneal, planificar las estrategias más adecuadas de tratamiento y evaluar sus propios resultados de forma medible, comparable y comunicable". "Hasta ahora, las evaluaciones craneométricas quedaban expuestas a un alto índice de variabilidad inter e intraobservador, y los sistemas que proporcionan una información fiable resultaban muy poco accesibles debido a su elevado coste o a los efectos adversos que implican para el paciente. La aplicación de la fotogrametría 3D en las deformidades craneales con el uso de teléfonos móviles abre verdaderamente un nuevo paradigma en la caracterización de estas enfermedades", añade el doctor Miranda.
Esta solución fotogramétrica 3D proporcionaría a cualquier especialista y a medio plazo "una cantidad mucho mayor de información que las mediciones lineales realizadas en la consulta, de una manera totalmente objetiva", subraya Lerma. El desarrollo de este revolucionario sistema tuvo como punto de partida la convocatoria de ayudas UPV-La Fe, un programa que tiene como objetivo apoyar e impulsar la realización de proyectos de investigación e innovación en los que participen de manera conjunta y coordinada personal científico de ambas entidades de las Comunidad Valenciana.