Retos y prácticas peligrosas, casos que "se ven poco", pero que hay que combatir con "sentido común"

Inhalar gases, desmayarse, juntar hielo y sal en la piel… Las redes sociales actúan como canal de todo tipo de retos virales y peligrosos. Para el Dr. Burillo (Semes), la clave es la prevención y dar a conocer a los jóvenes los riesgos de estas prácticas

Dos personas jóvenes usando sus teléfonos móviles (Foto: Freepik)
Dos personas jóvenes usando sus teléfonos móviles (Foto: Freepik)

Recientemente se conocía la triste noticia del fallecimiento de una adolescente de 16 años por inhalar gas de mechero. No es el primer caso de inhalación de gases de dispositivos a presión y no están exentos de riesgos. El coordinador del Grupo de Toxicología de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (Semes), el Dr. Guillermo Burillo, cuenta a ConSalud.es que se trata de sustancias “muy accesibles”, lo cual dificulta su control.

En las encuestas realizadas en el marco del Plan Nacional sobre Drogas, el 0,4% de la población encuestada de entre 14 y 18 años reconoce haber consumido este tipo de drogas en el último mes. Este porcentaje aumenta al 1,1% en el caso de haberla consumido en los últimos 12 meses y se sitúa en el 1,8% si ha sido alguna vez en la vida.

Estas cifras superaban el 4% a principios de los 2000, lo cual pone de manifiesto que ha habido una reducción del consumo. Con todo, “aunque se ve poco, no significa que no se use”, apunta el médico. En general, los riesgos que trae el consumo de este tipo de sustancias tiene que ver con el peligro de asfixia (son gases que desplazan el oxígeno ambiente y producen asfixia), las arritmias cardíacas (ocurre con el pegamento inhalado), alucinaciones y alteraciones neurológicas a largo plazo por la desmielinización.

"Por suerte, son prácticas que se hacen poco. Los jóvenes tienen la cabeza en su sitio"

Las redes sociales y la disponibilidad de estos productos son algunas de las razones que explican el acceso de los jóvenes a estas sustancias. “Se venden libremente y nadie piensa que alguien va a usarlos para drogarse. El ejemplo paradigmático son los pegamentos”. Sobre la incidencia, el Dr. Burillo admite que se trata de casos muy puntuales y esporádicos. “Alguno llega a Urgencias, pero son pocos. Estas prácticas peligrosas, cuando se convierten en un peligro real, no llegan a Urgencias, porque fallecen antes”.

PREVENCIÓN, EL PUNTO DE PARTIDA

Knockout challenge, blackout challenge, inhalar gases, desmayarse, juntar hielo y sal en la piel… Las redes sociales e internet actúan como canal de todo tipo de retos tan virales como peligrosos. Para este profesional de Semes, la clave es la prevención, haciendo saber a los más jóvenes que estas prácticas “tienen riesgos para la salud inmediata y tardía”. “Es una pena que se pierda la vida o queden con un déficit neurológico por hacer una tontería. Ese es el mensaje que hay que transmitir”, apunta el Dr. Burillo.

Al igual que los ‘selfies’ en lugares extremos, estos challenges son “una estupidez”, que hay que combatir con “sentido común”. “Se está convirtiendo en una nueva adicción, como a las redes sociales y la tecnología, pero, por suerte son prácticas que se hacen poco. Los jóvenes tienen la cabeza en su sitio”, defiende el médico.

Al hilo, insiste en que los datos son esperanzadores y las encuestas resaltan una disminución del número de consumo de sustancias. “No hay que amplificarlo más, porque a veces eso lleva a que más gente lo haga o lo consuma”, concluye el experto.

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