No obstante, esta cultura ha dado forma a esta vieja terapia natural para adaptarla a las necesidades y a las exigencias higiénicas del siglo XXI. Y lo han hecho creando una marca registrada y una franquicia con la que exportar su idea. Se trata del modelo Spa Beer Land, que según explican desde Termalistas, ya se encuentra en Praga y en Karlovy Vary.
El usuario de los servicios del spa se introduce en una tinaja de roble que hace las veces de “bañera de cerveza”
En estos establecimientos, el usuario de los servicios del spa se introduce en una gran tinaja de roble que hace las veces de “bañera de cerveza”. Los que quieren completar su experiencia con otras fórmulas, añaden saunas de lúpulo, baños de enfriamiento y largos descansos en camas de trigo natural.
Se trata de una rutina de más o menos una duración de una hora que se puede disfrutar en soledad, en pareja o con un grupo de amigos o familiares.
En cuanto a la sauna de lúpulo, ésta tiene forma de barril de cerveza. El usuario se introduce en él y disfruta de las emanaciones y del calor que traslada las esencias con alto poder regenerador. Sobre los cubos de enfriamiento, no tienen ningún secreto, se trata de cubos de madera tradicionales con los que se arroja agua fría para generar un choque térmico como sucede en los tratamientos tradicionales de los spas que conocemos.
No obstante, la cama de trigo representa una fórmula para la absorción natural de la cerveza que se lleva la piel al lecho. Una cama que los inventores quieren llevar a otro nivel sirviendo cenas en la misma habitación con productos y alimentos igualmente naturales. Pan casero a la vista y al calor de una chimenea llameante y cálida…