¡Cuidado con la ropa demasiado ajustada!

Los pantalones pitillo, skinny, las faldas de tubo, las medias, las fajas, tops ceñidos... En la moda podemos econtrar una infinidad de prendas ajustadas que realzan la figura y las curvas de las mujeres. Una vestimenta que en su formato sutil se ha convertido a lo largo de los años en un incono de feminidad. Y es que, a la hora de vestirnos no nos hemos parado a pensar si el tipo de ropa que usamos puede o no, perjudicar a la salud.

Sin embargo, un estudio publicado en el Journal of Neurology, Neurosurgery and Psychiatry confirmó hace unos meses que los pantalones ajustados pueden dañar los músculos y los nervios de las piernas. Ahora la Sociedad Española de Cardiología establece también que esta tendencia a la ropa ajustada dificulta la circulación sanguínea de todo el cuerpo.

Y es que, una cosa está clara: a veces la estética nos puede y llegamos a hacer esfuerzos que, más tarde o más temprano nos pueden acabar pasando factura...

En el caso de los pantalones, la doctora Ana Mª Quintana Rivera, especialista en cirugía cardiovascular en Hospital Quirón Bizkaia, explica que "el uso continuado de pantalones muy ajustados de tejido no elástico puede llegar a provocar una compresión tal de las venas que se originan trombos".

Sin llegar esos extremos, los problemas que aparecen con mayor frecuencia son las varices. "Hay que tener especial cuidado con esta prenda, ya que las piernas necesitan una buena presión de la sangre para que esta se dirija adecuadamente hacia el corazón y sea capaz de vencer la fuerza de la gravedad y no estancarse", puntualiza la especialista.

Con las fajas ocurre lo mismo: parecer más delgada está bien, pero no si a la larga consigue el efecto contrario. "El uso continuado de fajas atrofia la musculatura del abdomen provocando distensión", explica el doctor Koldo Carbonero Martínez, jefe del servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Quirón San Sebastián, quien también advierte de que esta prenda favorece las varices y fomenta la celulitis, además de afectar al suelo pélvico y a la espalda tras el embarazo.

Lo mismo ocurre con la ropa interior, que aunque desde el punto de vista ginecológico no hay ningún problema en elegir cualquier tipo de sujetador, si aprieta demasiado puede bloquear el sistema venoso y linfático de las mamas y provocar un edema.

En definitiva, parece que habrá que pensarse un poco más eso de "antes muerta que sencilla" a la hora de elegir fondo de armario...


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