Lo cierto es que aunque el desayuno es la comida más importante del día y en la que deberíamos incluir lácteos, cereales, frutas y proteínas, con más frecuencia de la deseada, nos quedamos en el lácteo y los cereales.
Además, entre los adultos, la opción del “café corriendo” es la que sobresale, respecto a un desayuno completo y saludable, por las prisas, el estrés y, en definitiva, el ritmo de vida, pero ¿qué pasa con los niños?
El 49,7% se queda con el lácteo más la ración de cereales; seguido de un 19% cuya opción es empezar el día con un lácteo y bollería.
En esta misma línea, el departamento de salud del Gobierno de Reino Unido ha publicado una encuesta cuyas conclusiones son alarmantes: los menores británicos toman solo en el desayuno la mitad del azúcar diario recomendado.
En este sentido, tanto la OMS como distintas instituciones están llevando a cabo una campaña para reducir el nivel de azúcar que toman los menores y combatir así la elevada tasa de obesidad infantil; sin embargo, esta “guerra del azúcar” solo está abierta contra los refrescos azucarados.
De este modo, y a la vista de que gran parte del azúcar consumido proviene del desayuno, en el que no se incluyen este tipo de bebidas, cabe preguntarse por qué la OMS y los departamentos de salud no hacen también frente contra la industria de la bollería industrial y productos con gran aporte calórico.
En España, por ejemplo, el Ministerio de Hacienda ha decidido imponer un gravamen sobre las bebidas azucaradas, para impedir que su consumo incida en la tasa de obesidad de nuestro país; pero, no ha hecho lo mismo con los impuestos de otros productos, como la bollería industrial o alimentación procesada, que influyen más en la obesidad.
Porque tú eres lo más importante... Estetic.es