¡Desterramos los mitos que rodean a los rellenos dérmicos!

Una de las principales disyuntivas de la medicina estética es saber diferenciar la toxina botulínica y los rellenos dérmicos con ácido hialurónico…

Estetic
13 diciembre 2016 | 23:59 h
¡Desterramos los mitos que rodean a los rellenos dérmicos!
¡Desterramos los mitos que rodean a los rellenos dérmicos!
Allergan y la Sociedad Española de Medicina Estética han presentado el estudio Desterrando mitos, el cual establece que solo un 13% de las españolas sabe en qué consisten los rellenos dérmicos con ácido hialurónico y cuatro de cada diez afirma no conocer la diferencia entre estos y la toxina botulínica.

“La toxina botulínica está indicada para tratar y prevenir las arrugas de expresión en patas de gallo y entrecejo, mientras que los rellenos dérmicos con ácido hialurónico ayudan a restablecer el volumen perdido en labios, código de barras, líneas de marioneta, ojeras y tercio superior”, aclara la doctora Petra Vega, presidenta de esta sociedad científica.
"Los pacientes deben saber que los médicos son los únicos profesionales que pueden inyectar estos rellenos con finalidad estética"

Y es que, la combinación de ambos tratamientos comprende el 60-65% de los tratamientos médico-estéticos. De hecho, al 80% de las personas les gustaría poder tratar suavemente alguna zona del rostro para no parecer cansada. Concretamente, la mitad borraría sus arrugas manteniendo una expresión natural, mientras que un tercio se trataría las ojeras. Eso sí, a partir de los 45 años, son las patas de gallo lo que más preocupa.

Para obtener un buen resultado, “debemos asegurarnos de que el centro cuenta con la autorización sanitaria de su comunidad autónoma, que el profesional que nos indica y realiza el tratamiento es médico con formación en medicina estética, así como conocer la marca y etiqueta del producto que se nos inyecta”, subraya.

FALSOS RUMORES

1. Si una persona se realiza un tratamiento su entorno lo notará: según el doctor Vicente Lajo, “las nuevas técnicas de aplicación y un mejor conocimiento en el proceso de envejecimiento del tejido permiten abordar las necesidades de manera más efectiva y con resultados más naturales”.

2. Se pierde expresión: en las capas profundas de la piel el ácido hialurónico no sólo suaviza las arrugas, sino que aporta luminosidad a la piel recuperando la elasticidad perdida con el paso del tiempo”.

3. Es necesario pasar por quirófano: “el procedimiento es muy sencillo y no requiere cirugía. Además permite incorporarse a la vida normal de inmediato”, aclara este especialista.

4. Una vez inyectado ya no hay solución: existen tratamientos que anulan el efecto y por consiguiente es el especialista quien debe valorar y realizar un correcto uso.

5. El efecto solo es a corto plazo: en la actualidad, además de la suavidad, su efecto logra resultados a largo plazo de hasta 18 meses.


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