Y es que, según explica Marta Gamarra, directora de formación de Rodial, Colbert MD y Novexpert, “al eliminar las células muertas antes de la exposición solar conseguiremos un bronceado más bonito, saludable y duradero”.
No obstante, existen diferentes tipos de exfoliantes y debemos elegir el que mejor se adapte a nuestro tipo de piel. “Para pieles sensibles o con tendencia a que aparezcan granitos debemos evitar los exfoliantes mecánicos que irritan la piel y pueden extender la infección en el caso de padecer acné, por eso deberemos recurrir a exfoliantes enzimáticos que eliminen las células muertas sin dañar la piel y que no se retiren con arrastre”, explica Gamarra.
"Limpiar la piel es un paso esencial y sin el cual ningún tratamiento que apliquemos después obtendrá los mismos resultados"
Sin embargo, “para pieles gruesas y con impurezas podemos utilizar exfoliantes con gránulo que ayudan a retirar las células muertas y a arrastrar y ablandar las impurezas superficiales como pequeños puntos negros o comedones”.De este modo, la experta nos indica que una vez elegido nuestro exfoliante hay que seguir unos pasos para aplicarlo.
El primer paso siempre en cosmética es limpiar la piel, un paso esencial y sin el cual ningún tratamiento que apliquemos después obtendrá los mismos resultados. Lo consideramos el primer “mandamiento” cosmético.
A continuación, se exfolia la piel con el producto que más se ajusta a nuestra piel; y por último, hay que equilibrar con un cosmético reparador, como puede ser una buena mascarilla, ya que después de retirar todas las impurezas, es muy importante aportar una buena dosis de reparación y nutrición con los principios activos de estas mascarillas.
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