En el MIR 2021, la última de las 491 plazas de Pediatría y Áreas Específicas se agotó en el número de orden 4.720. Esta especialidad es la segunda que más plazas oferta (494 este 2022), solo por detrás de Medicina Familiar y Comunitaria. Con todo, pese a ser la segunda en número de vacantes, no es de las últimas en agotarse como sí ocurre con Medicina de Familia.
“Es una especialidad demandada por los médicos”, asegura a ConSalud.es la Dra. María Garrido Martín, coordinadora del Grupo MIR de la Asociación Española de Pediatría (AEP). Con todo, al ser una especialidad que difiere del resto en lo que al paciente se refiere, “es muy raro que alguien a quien no le gusten los niños haga Pediatría”, por lo que la especialidad se mantiene “al margen de modas y con una tendencia estable” en la elección de plaza MIR.
La labor principal de los pediatras es la prevención, diagnóstico y tratamiento de la enfermedad en el niño y adolescente, explica la portavoz de la AEP. En cuanto al día a día, varía según cada profesional, una vez que hay pediatras trabajando exclusivamente en el hospital, mientras que otros se centran en la Atención Primaria, por lo que el trabajo de unos y otros es “completamente diferente”.
"Una vez conoces el funcionamiento y empiezas a trabajar, te enamoras de la Pediatría"
Precisamente en esta última área, tan sobrecargada y falta de recursos, “la carga asistencial es tan grande que es muy difícil sacar tiempo a lo largo de la jornada laboral para poder dedicárselo a la investigación”. Una investigación que tiene peso en Pediatría y va de la mano de los avances en adultos.
Asimismo, incluso dentro del hospital “el día a día del pediatra que trabaja en una unidad de Cuidados Intensivos Neonatales no tiene nada que ver con el día a día de un pediatra en una consulta externa de Nefrología o Cardiología infantil”, sostiene la experta.
Respecto a las guardias, la Dra. Garrido explica que “son intensas, pero también muy variadas”, aunque dependerán del hospital y del volumen de pacientes que este registre. En lo que a calidad de vida se refiere, estará más relacionado con las condiciones laborales en las que se vea envuelto cada profesional, que de la especialidad en sí, aunque esta pediatra defiende que “es muy bonito trabajar con niños y son pacientes muy agradecidos”. “No conozco otra especialidad en la que cada día puedas reírte con alguna ocurrencia de tus pacientes”, apunta.
"No conozco otra especialidad en la que cada día puedas reírte con alguna ocurrencia de tus pacientes"
Esta es una de las razones que explica que no haya más renuncias que en cualquier otra especialidad. Y es que “una vez conoces el funcionamiento y empiezas a trabajar, te enamoras de la Pediatría”.
La Dra. Garrido anima a los futuros MIR a no dudar y decantarse por Pediatría, si la especialidad está entre sus opciones. “Es una especialidad preciosa, en la que la exploración física del paciente y la anamnesis tienen un peso muy importante, dejando las pruebas complementarias regladas a un segundo plano”.
Asimismo, los pacientes pediátricos “son muy especiales”, una vez que “los niños son completamente diferentes a los adultos en todos los aspectos y cada día te cuentan alguna ocurrencia nueva que te descoloca y te saca una carcajada”, concluye la portavoz de la Asociación Española de Pediatría.