Un investigador ha identificado varias formas para simular una comunicación entre el control remoto y el dispositivo, lo que podría ocasionar las dosificaciones de insulina no autorizadas
“La posibilidad de un acceso no autorizado al sistema OneTouch Ping es extremadamente baja”, incide la multinacional. “Se requerirían conocimientos técnicos, equipos sofisticados y la aproximarse a la bomba de insulina”.Este dispositivo fue lanzado en el año 2008 y se comercializa con un control remoto inalámbrico que los pacientes pueden utilizar para dosificar la insulina de forma que no es necesario tener acceso al dispositivo en sí.
Resulta que el investigadorde Rpid7 Inc, Jay Radcliffe ha identificado distintas formas para simular una comunicación entre el control remoto y OneTouch Ping, lo que podría ocasionar las dosificaciones de insulina no autorizadas.
Y es que, parece que la vulnerabilidad del sistema viene dada por la falta de codificación de las comunicaciones, lo que sí evitaría, según ha afirmado este experto, que los hackers accedieran al dispositivo.
No obstante, desde Johnson & Johnson aseguran a los pacientes preocupados que basta con programar la bomba para limitar la dosis máxima o con cortar el uso del mando a distancia inalámbrico.
Por su parte, la Agencia Americana del Medicamento (FDA, por sus siglas en inglés), ha establecido que no conoce ningún caso en el que los ciberataques hayan cargado contra los pacientes, pero ha destacado en un comunicado la importancia de fomentar la colaboración entre los investigadores y los fabricantes de dispositivos para identificar, remediar y alertar al público sobre este tipo de vulnerabilidades.
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